El árbol gigante, la tumba sin oxígeno y el agua caliente fría

Hoy será un día muy completo. Ayer cogimos una excursión organizada con Denise y el día promete. Vamos a ver el Tule, un telar en Teotitlan del Valle, la pirámide de Mitla y Hierve El Agua.

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El Tule

Nos vienen a recoger al hostal y tras recoger a algunas personas más y ver que Oaxaca es bastante grande, pronto llegamos a  Santa María del TuleSe trata de un pequeño pueblo que, según parece, se encontraba en una zona pantanosa hace siglos. (Tules son una especie de juncos acuáticos)

El llamado Tule es el árbol más grande del mundo. Es un sabino – o ahuhuete – 42 de altura y 58 de circunferencia, que se estima tiene 2000 años. Es realmente impresionante. Se dice que la zona ya era sagrada cuando se plantó el árbol y no al revés, cuando se erigió la iglesia que fue mucho después. (Por cierto que la iglesia tiene la puerta cerrada, lo que es raro en nuestra experiencia en México)

Telares y mezcales

Desde allí nos llevaran (sí, el rollo organizado 🙂 a Teotitlan del Valle. Allí conoceremos a una familia zapoteca (hablaban entre ellos en zapoteco) dedicada desde hace al menos dos generaciones a la elaboración de tapetes, lo que es una tradición zapoteca: los Vásquez. Conocremos a Ernesto, un señor ya mayor, que es la segunda generación.

Nos explican cómo  utilizan amole para limpiar la lana y como tras peinarla para hacer fibras utilizan diferentes tintes naturales con diferentes fijadores: caléndula, añil, cochinilla, (que cepillan del nopal)  a los que ponen sal para fijar, o lejía de leña.
Vemos cómo a la cochinilla le añaden  limón para obtener naranja y a eso  bicarbonato para el violeta. Quimicefa lección avanzada. Pasaremos después a ver la laboriosa actividad en el telar y luego un muestra de trabajos ya terminados. Es interesante y algunos son muy bonitos. Pero nada de comprar.

Y de allí, a la destilería del Rey de Matatlán. Hacía unas semana habíamos visto cómo se hace el pulque y ahora resulta ver interesante cómo se hace el mezcal. Lo que hacen es tras unos ocho años – igual que para el pulque – cortar las piñas y dejarlas entre tres y cinco días en el horno. Una vez cocido, ya es dulce. (Recuerdo que en Washington nos dieron dulce de agave)  Es entonces cuando se deja fermentar otros cinco días para obtener lo que se llame ¿nepache? Tras eso, se trata ya de hervirlo y destilarlo ya ya tenemos mezcal. Una cata y retomamos camino.

Pirámides de Mitla

Siguiente parada Mitla. El conjunto de pirámides fue para mí espectacular. Se trata de un conjunto grande de pirámides en los que los zapotecas trabajaron sobre antiguas construcciones mixtecas. (Y luego los españoles, construyeron la iglesia sobre alguna)

Lo más destacado es la trabajada decoración de grecas que simbolizan, se supone, el aire, los elementos naturales, los ciclos de la vida… Además no se usa ningún tipo de argamasa entre los bloques, que están perfectamente tallados (y no tenían metalurgia) además de prever entre ellos los posibles seismos.

Lo interesante es que se puede entrar en ellas y ver los patios de columnas, los dinteles tallados en piedras absolutamente enormes de una sola pieza… Además algunos tienes techumbre reconstruida y se puede observar muy bien el sistema de iluminación por reflejo en las paredes de cantera verde.

A mí lo que realmente me impresionó es que en uno de los patios se puede bajar a las tumbas. Me sentía en plan Lara Croft o Indiana. Hay que entrar a gatas, pero una vez dentro puedes ponerte de pie. La sensación de humedad y falta de oxígeno perdura en la memoria.

Hierve el Agua

Tras comer en un buffet cercano con Iris y Sabrina, comienza nuestro trayecto a Hierve el Agua. Este sí está un poco lejos y vamos por una carretera de peaje que sube hacia la montaña. Hierve el agua es un conjunto de cascada petrificadas formadas por carbonato de calcio. Además los zapotecas construyeron terrazas para irrigación.

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El agua sale caliente de la tierra pero en seguida se enfría. Nagore – como siempre – y Sabrina se atrevieron a bañarse. Las vistas son espectaculares y parece una infinity pool. El sitio es especial y eso que estaba lleno de gente.

Y ahora ya sí, vuelta a Oaxaca y ponemos fin al día. Pasamos por unas tortas para cenar de camino a casa y poquito más. El día moló. Zzzz.

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