Santos y geeks

Hoy es nuestro último día en Toulouse y  lo vamos a exprimir al máximo. Antes de nada, un rico desayuno en nuestro apartamento francés, BON APPETIT 🙂 y ya estamos listos para recorrer de nuevo esta preciosa ciudad.

Tras los pasos de San Saturnino de Tolosa

Cuenta la leyenda que allá por el año 250, el obispo de Tolosa (Toulose), Saturnino,  intentaba evangelizar a los buenos hombre y mujeres tolosano/as. Todos los días, para llegar a su pequeño oratorio dónde practicaba su fé con sus feligreses tenía que pasar delante de un templo romano, dedicado a Júpiter.

El pobre Saturnino, hizo el mismo peregrinaje cada día, durante años, sin que nada malo le sucediera. Pero una buena mañana empezó su martirio. Cuando pasó delante del templo romano, le pidieron que participara en el sacrificio de un toro en honor a Júpiter. San Saturnino se negó, y aquellos salvajes decidieron atar al obispo a dicho toro e incitar al toro para que corriera calle abajo (hoy conocida como la rue du Taur -calle del toro-) arrastrando al pobre hombre con él.

Según cuentan, la iglesia del Taur, se construyó en el mismo lugar dónde hallaron el cuerpo sin vida de martir justo a medio camino entre Capitole y Saint-Sernin.

La rue du Taur

Pues al lío, nosotros empezamos nuestra ruta por la Basilica de Saint-Sernin, dónde se encuentran las reliquias de nuestro famoso obispo, paseando después por la rue du Taur.

La Librairie Occitania será nuestra primera parada, una preciosa librería con mucha historia, dónde conseguiremos un ejemplar del “Le Petit Prince” en occitano, para nuestra colección. 🙂

Para seguir la ruta del santo, nos detendremos a visitar la iglesia del Taur, un lugar muy tranquilo, cuya fachada es espectacular. Pararemos también en la librería Gilbert Joseph a ver las últimas novedades de la literatura francesa, y aprovecharemos para tomarnos un café junto a George Clooney. 😉

Rastro tolosano

La place du Capitole es un lugar especial siempre pero esa mañana aún más. Había un mercadillo con libros, antigüedades, vinilos, etc. Qué más podemos pedir. Algún que otro recuerdo nos llevamos a casa. 🙂

Paseo y culturizarnos

Entre la variada oferta de Toulouse, decidimos visitar el museo de Paul Dupuy. Aunque llegamos a él por casualidad, y por las ganas de encontrar un baño (cosas que pasan) 😉

El Paul Dupuy es un pequeño museo, que se convirtió en el Museo de Artes Decorativas y Artes Gráficas de Toulouse, que hoy alberga una colección muy importante de obras. A nosotros nos gustó particularmente la colección de relojería. Muy interesante. 🙂

Hora de comer

Llegamos toda la mañana pateando la ciudad, aprovechando nuestro último día, pero necesitamos un poco de alimento para seguir explorando Toulouse, así tomamos un café en La mie Càline, y compramos unos bocatas (no recuerdo el restaurante take way 🙁 , pero estaban muy ricos) y nos los tomamos en frente del Museo de los Agustinos. En esta visita a Toulouse no nos ha dado tiempo de visitar el museo, pero la próxima vez que volvamos seguro que vamos, tiene muy buena pinta.

Despidiéndonos del Garonne

Decidimos intentar visitar el Museo de Arte Contemporáneo de Toulouse, Les Abattoirs. El camino nos da la oportunidad de pasear cerca del río  y pasar por ejemplo por el Le Château d’Eau, dónde hay exposiciones de arte muy chulas.

No tenemos ya mucho tiempo, por ello decidimos visitar Matou, el Musee de l´afiiche de Toulouse, en vez del museo contemporáneo. Tal y como hemos hecho con Museo de los Agustinos, Les Abattoirs, lo dejaremos para nuestra próxima visita ;).

Matou, es una pequeña galería, con carteles publicitarios de diferentes épocas. Una auténtica maravilla. Recomendable 100%.

Sorpresa frikis que da Toulouse

De vuelta al centro, camino ya a nuestro casa para recoger las maletas e irnos al aeropuerto, encontramos, de casualidad :), una de esas calles con tiendas de las que nos divierten. Empezamos, con una tienda de juegos de mesa, vale entramos, otra de cosas frikis, vale entramos, otra de videojuegos de segunda mano, vale entramos, 🙂 ¡¡Qué bien!! Apuntaros esta calle  Rue Sainte-Ursule. Esto sí que es recomendable.

Au revoir Toulouse

Ahora, sí que sí, nos toca despedirnos de Toulouse, llegamos a casa, pillamos las maletas y nos vamos a la parada del autobús. Llegada al aeropuerto sin problemas. Una vez allí tenemos la oportunidad de cenar algo rápido, disfrutar de la exposición del artista Lukas Guillaume, y ver unas Belugas fuera del agua. 

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