Diluvio en Busan, diversión en Daegu

Hemos disfrutado enormemente de nuestros primeros días en Corea y hoy nos toca ya continuar nuestro viaje hacia el norte del país. Hoy dormiremos en Daegu. También conocida como Taegu, la tercera ciudad del país.

Busan-daegu.png

Jarrea, jarrea…

Creo que la vez que más me he mojado en mi vida fue justo hace diez días. Pues hoy será la segunda. Es lo que tiene Asia. Nuestro tren sale a las 14:10 así que nuestra mi idea es salir a dar un paseo por la playa de Haeundae que tenemos justo al lado.

Desayunamos, vemos que llueve un poquillo bastante mucho que lo flipas, pero aún así nos vamos a dar una vuelta. Sin fundamento. Diluvia. Así que lo único que hacemos es mojarnos bastante, parar en el Ibis a resguardarnos un poco y volver al hostel.

Calados, nos dedicamos a hacer tiempo. Con toda la calma del mundo. Tanta que se nos hizo tarde y tuvimos que salir corriendo para la estación. Y… seguía diluviando. Cargados, mojados y quizá perdiendo el tren… Como unos señores. No nos enfadamos porque somos gente maja, que si no 🙂

Daegu o Dongdaegu

He ahí la cuestión. Tuvimos un viaje agradable. Un señor nos dejó sentarnos juntos, que nos habían dado asientos separados. Era un tren regional. Recuerdo que al pasar por el pueblo de Gupo vimos unas maceteras con formas de balón de fútbol, que me imaginé yo que habían construido para el Mundial de 2002. Me hizo ilusión, todavía no sabía que iba a visitar el estadio de Seúl 🙂

En unas dos horas creo recordar estábamos llegando a Daegu. No íbamos prestando mucha atención y vimos que al llegar a la estación de Dongdaegu mucha gente se bajó y nosotros con ellos. Dongdaegu es la estación del Este. La «nueva», para los trenes de alta velocidad. A la que debíamos ir nosotros era a la de Daegu, más pequeña y cerca del hostel. Nos dimos cuenta nada más bajarnos.

Pues oye, a grandes males grandes remedios. A comer. No soy fan del Lotteria. Me mola la marca y me recuerda a Japón, pero sus hamburguesas me decepcionan bastante. Y eso, que no soy un gran experto hamburguesil 🙂 pero bueno. Hamburguesa entre patata rebozada y queso rebozado. Estilo Jorge Sanz/Homer Simpson. 

Bueno pues ahora sí. Intentamos comprar en las máquinas el billete para Seúl para el día siguiente. Ya sólo quedan plazas de pie en un tren de cinco horas. (Menos mal porque si no hubiéramos ido en KTX y es mucho más caro, jejeje) La tarjeta no es reconocida así que nos vamos a comprarlo a la taquilla. El chico, muy amable y con buen inglés, nos dice que además para ir a Daegu «central» nos recomienda el metro. No le hacemos caso (!) y nos vamos  en el siguiente tren. Cinco minutos y ya estamos.

Llegamos a nuestro alojamiento de hoy. No teníamos muy claro el tipo de sitio qué era. Y la verdad es que nos encantó. Hicimos el check-in y la chica nos guió en un segway (ella, nosotros no 🙁 ) hasta nuestra habitación. En un edificio cercano de arquitectura tradicional coreana que nos encantó. Nunca pensé, que en la vida real, tuviera que secar el pasaporte con un secador. Pero eso fue lo primero que hice al llegar…

Tarde y noche en Banwoldang

Al salir de casa, un señor súper amablemente nos sugiere cenar en su restaurante (qué diferencia con otros lugares 🙁 ) pero es pronto para nosotros y nos dedicamos a recorrer la ciudad. Bueno la zona comercial y de ocio de Banwoldang. Llegamos dando un paseo hasta el ayuntamiento y la catedral  anglicana situados en una calle de cafeterías y bares trendy, pero pronto volvimos a la calle Jungang, la principal,(Creo que es esa, que todavía hoy sigo sin entender el giro de 90º que dimos esa noche paseando 😉 y comenzó la diversión. Primera parada en Comic Plaza, una tienda especializada – creo – en manga Shōjo

De ahí, tiendas, tiendecitas, frikadas, máquinas de crane y nosotros disfrutando como niños pequeños. Gente tocando música en la calle, un Zara, otras tiendas que no conocemos, toocoolforschool, un book-café aún más molón que el que conocimos en Busan, en este no nos quedaremos a tomar nada, pero el chico – súper majete – nos dejó hacer fotos 🙂

Seguimos. Sala Arcade. Nuestra habitual partida de Mario Kart. Mi habitual victoria. Nagore es más de ganarme a la Wii. Mi primera partida en un Arcade en modo online. A Tekken 7. Yo me quedé en el 3. La ciencia avanza que es una barbaridad. Perdí. Una atracción de feria dentro de un edificio. Bolera… muchos estímulos para los sentidos.

Justo al lado de la bolera vimos un lugar que nos gustó para cenar. Estában a punto de cerrar, pero nos dio tiempo. Hojas de sésamo (aprenderíamos en Seúl que eran esas), cerdo con kimchi… también en Seúl nos enteramos que era una franquicia 🙁

Pues poco a poco habrá que ir volviendo para a casa. Yo me ofusco con el mapa, hemos girado esos 90º grados sin enterarnos (!!) pero bueno, jejeje. Paseo a casa. Saludo a Spiderman. A disfrutar de la atmósfera en la habitación abierta a la piscina. A dormir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *