Haciendo el tonto en Daegu

Daegu va ser nuestra visita express. Ayer llegamos por la tarde, y hoy nos vamos por la tarde también. Tenemos 24 horas, que queremos aprovechar a tope. Nos ha gustado mucho, como todo Corea. Qué viva Daegu.

Cerquita de casa primera parada

Antes de nada, tenemos que comprobar si nuestra ropa se ha secado después del chaparrón que nos cayó ayer en Busan. Parece que parte sí parte no. Qué le vamos a hacer. Esta noche hemos dormido en un futón en el suelo, pero aunque parezca mentira es muy cómodo. Nos hacemos fotos en plan turista y a seguir la ruta.

Desayunamos en el hostel. Hay una sartén para que puedas cocinarte los huevos al gusto. Tostadas que no falten y un café. No está nada mal. Cerca de nuestro hostel está el parque de Gyeongsang-gamyeon, en el que se encuentra entre otros edificios el Museo de Historia Moderna de Daegu.

Un museo gratis, pues nosotros entramos. El museo está situado en un antiguo banco, con su sala de seguridad y todo. Las salas multimedia, son muy chulas e instructivas, aunque los audios están en coreano. 🙁

Seguimos la visita en el parque de Gyeongsang-gamyeon. Es pequeño pero muy bonito. Hasta tenemos hilo musical. Un lugar tranquilo para pasear y desconectar del mundo.

En busca de unos pantalones

El Mercado Seomun de Daegu será nuestro próximo destino. Llueve un poco, pero no al nivel de ayer, así que podemos ir paseando por Daegu. Llegamos y no hay demasiado ambiente, ya que la principal actividad del mercado ocurre por la noche. 🙁 Recorremos los puestos en busca de unos pantalones para Pedro, no nos convencen ninguno. Intento probarme una camiseta y la vendedora me dice, NOT TRY. Así que me voy sin comprarle nada. I´m Sorry.

Así después de dar una vuelta, nos dirigimos a nuestro siguiente objetivo.

La Daegu católica

Seguimos de ruta. Así que paseamos hacia una zona de catedrales e iglesias. En el camino nos encontramos con un templo budista, con un Buda con sombrero. Es genial cuando la ciudad te sorprende sin esperarlo.

Entramos en una iglesia inmensa, pero estaban dando misa, había hasta pantallas gigantes para ver la misa desde la entrada. No queremos interrumpir así que no fuimos en silencio.

Hyundai Department Store, siguiente visita. Entramos sólo porque nos molaba el nombre, así somos nosotros. Pero fue un acierto porque pudimos entrar en el famoso Mercado de Yeommae, que está justo detrás del centro comercial (aunque ese día no había mucho ambiente).

Great Yeongnam Road

En el lateral del centro comercial está situada la antigua carretera que unía Busan con Seúl. Hoy en día, parte del camino de Yeongnam Daero, lo han convertido en una calle llena de vida y arte urbano, con una placa que recuerda que en tiempos de la Dinastía de Joseon allí estuvo el camino principal que unía las ciudades más importantes de Corea.

Mascotas+ Nosotros= Diversión asegurada

El Museo de Medicina Oriental de Daegu fue nuestra siguiente parada. Recomendable 100%. En Google no está bien situado, así que fue una sorpresa cuando apareció en medio de nuestro camino. Yupii.  🙂

No sabíamos si entrar o no, pero era gratis, así que le dimos uno oportunidad. El museo tiene tres plantas, con mucha información sobre las medicinas que se utilizaban antigüamente en Corea y en toda Asia. Pero a nosotros lo que más nos gustó fue que había un escenario de época, dónde puedes vestirte de coreano o mascota. Nosotros siempre elegimos mascota. Fue muy divertido. Y estábamos solos, así que pasamos un buen rato disfrazandonos y haciendo el chorra. Yo era una tetera y Pedro un mortero.

De catedral en catedral y tiro porque me toca

Empezaba a llover y en nuestro camino nos encontramos con la Iglesia católica de Guesangdong. Se parecía bastante a las que te puedes encontrar en EEUU o Inglaterra, así que entramos un momento para huir de las inclemencias del tiempo.

Justo enfrente de está iglesia, se puede ver en lo alto de una colina la gran Catedral de Nuestra señora de Lourdes. Es uno de los lugares más visitados de Daegu. Por fuera impresiona bastante porque es muy muy grande. Por dentro, es más funcional que bonita. Con un montón de habitaciones, dónde se estaban realizando diferentes actividades. Un señor nos invitó a café (no aceptamos porque ya nos íbamos), y una chica se interesó por nosotros y nos ayudó dándonos un folleto de la catedral en coreano. Si nos da 10 años, quizá podamos entenderlo. 😉

Arte Urbano de Daegu

Ya era tarde, y teníamos mucha hambre, así que decidimos ir hacía el hostel, y parar a comer en algún sitio que nos gustara. En Corea se come bien en cualquier sitio, eso es verdad, pero el sitio escogido en el centro de Daegu, fue una acierto total. Korean traditional restaurant Kong Sam Pal. Rico no, lo siguiente. Yumiiii.

Caminando hacia casa, pudimos pararnos en algún lugar (una tienda de chucherías, con golosinas de todo el mundo, por ejemplo), más Yumiiiii 😉 y disfrutar de un poco de arte urbano cerca de nuestro hostel. Como nos gusta Corea. 

Train to Seúl

Nuestro hostel está cerca de la estación de tren, así que íbamos con tiempo suficiente para coger nuestro tren. No tenemos asientos, pero no nos hemos colado, eh! Hemos comprado el billete para ir de pie las 5 horas que separan Daegu de Seúl. Si vas en tren de alta velocidad, son 2 horas o menos, pero nosotros no podemos permitirnoslo (aunque tampoco había billetes disponibles ese día).

No os preocupéis, conseguimos sentarnos algunos tramos, en otros no tenemos esa suerte. Se hace pesado el camino, pero al llegar a nuestra nueva casa todo se nos pasa.

Hi Seoul, we love you

Llegamos por fin a la estación. Estamos un poco cansados. Pero lo bueno es que nuestro nuevo hogar está a solo dos paradas en metro. Además, nuestro edificio aparece en el plano del metro, así que cogemos la salida correcta a la primera. Bien por nosotros.

Llegamos sin problemas y entramos en la casa en el piso 18. Nos gusta mucho. Nuestro host nos menciona que en el segundo piso hay una tienda de 24/7. Nuestra salvación del día. Compramos cena rica, preparada en 2 minutos al micro y a descansar. We love you, Seoul. Buenas noches.

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