Compras, objeto de los objetos, sin móvil y pausa en una época

Comenzaba la segunda semana completa de chamba en CDMX, la última antes de que comenzara mi excedencia. Sirva este como post resumen de los cinco días.

Lunes 8

Ducha, Nescafé y Uber. Los amigos de la tienda de reparación de móviles de la calle Jalapa no dan señales de vida. Lo primero que hago es acercarme. Dicen que creen que es la batería y que van a ver si pueden traer otra en cinco días.

Ya en la ofi y antes de comenzar la formación que compartí con estos, salgo a por desayuno con Gabo. No estuve atento y sin preguntar, pedí lo mismo que él. Huevos divorciados. Guau! Demasiado picosos para mí.

El día transcurrió tranquilo. Comí con Dany y vuelta a la ofi. Al salir de trabajar fui con Nagore comprar al Superama de cerca de casa. Como siempre, una experiencia  guay comprar en sitios que no conoces. Productos molones, cosas distintas… mismos productos con otros nombres… Aquí ví por primera vez algo que he vuelto a ver mucho en México y es que en las panaderías, usas una bandeja como de bar y unas pinzas, para coger lo que vayas a comprar. Luego vas con la bandejita a pagar. Sí, lo mismo que si lo metes en bolsa y lo pesas, pero me llamó la atención. Un uber del super a casa, a cenar y a dormir.

Martes 9

La mañana transcurrió tranquila. Esa, Elvy y Arely estuvieron grabando contenido para el día del amor y la amistad que se iba acercando. Nagore vino a comer conmigo porque queríamos ir a ver un museo pequeñito y molón en La Roma que nos había recomendado Dany. Comimos en Cabrera 7, un sitio bonito. Bien, los tacos de camarones mmm, el guacamole estaba muy bueno y los frijoles también, pero pasando frío! En la ciudad hay pocos sitios con calefacción y estos días hacía frío!

Ya después de comer, fuimos al susodicho museo.  Es un museo pequeñito pero encantador en una antigua casa. La exposición – no sé si permanente – estaba dedicada a la lucha libre mexicana, así que lo disfrutamos y aprendimos más de este arte.

Nagore se quedó tomando algo y diseñando en el Toscano y yo volví a la ofi. Ya al terminar volvimos caminando por la zona rosa, mirando teléfonos – empezaba a tener mala pinta arreglar el mío. Llegada a casa, cena y a corregir ejercicios de la UOC. Poco más que contarles.

Miércoles 10

Este día llegó Belén a la ofi. Nueva incorporación al equipo. Nos invitó a unas donas 🙂  Fue un día de particular lío. Bajé a a por una hamburguesa con aguacate a Merendero, en Quimera y luego me comí un Panqué de Limón del Starbucks. Ese fue el día, sí señor. Por la noche, anduve preparando una clase para internetAcademi mientras oíamos los fuegos artificiales de la inauguración oficial – yo ya había estado – de la Torre Bancomer.

Jueves 11

Ya se iba acabando la semana y con ella, comenzaría mi excedencia. Empecé el día en casa haciendo la videoconferencia sobre paid media para internetAcademi. Después la ofi. Habíamos quedado en ir a comer tacos de pastor a modo de comida de despedida para mí y de bienvenida para Belén y Elvy.

Por la tarde, tras un frapé del Starbucks y terminar las cosas de Tc, quedamos por fin con Deni y Mario. Nuestros amigos del Camino Inca. Fue una cena muy guay en un restaurante muy bonito 🙂 Lo pasamos genial. Recordando peripecias del viaje en Perú y de otros viajes de los cuatro. Sonaba una de mis canciones favoritas en el trayecto de vuelta a casa.

Viernes 12

Llegó el último día de trabajo de 2016. Tuvimos un TcDesayunos en mi ya querido Toscano y pasé el resto de la mañana cerrando, ahora del todo, los últimos flecos. En el momento en el que me iba, el pintor comenzaba a personalizar la oficina con los colores de Tc. Una bonita metáfora.

Caminé a casa. Con un sol radiante. Cuando llegué a casa, Nagore me esperaba con la comida hecha. Las tareas de la tarde eran ir a ver si en la nueva tienda – en Río Po – donde había dejado mi teléfono habían podido arreglarlo. Nope. Y si era que no, ir a comprar uno. Así que ese fue el plan final. Dimos una vuelta por el Sanborns y después fuimos con Sandra en el Metrobus – me encantó la iconografía de las paradas – hasta Forum Buenavista.

Estuvimos viendo opciones, pero finalmente no me decidí por ninguno. Eso sí, Nagore se compró unas zapatillas y cargamos el saldo de nuestro móvil mexicano. También vimos un comic del Rubius en papel. Ojo. Incluso tuvimos tiempo de visitar el primer Wallmart que yo pisé en mi vida. Un Uber y a casa a cenar y descansar. El papa acababa de llegar a la ciudad.

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