Primer día en el viaje que Nagore y yo teníamos planes distintos. Todo el mundo decía que hacía frío en la ciudad. Y era el último día de la vida de Distrito Federal. 

Había quedado con Salva y Dany en Parque España. Me levanté temprano porque tenía que revisar algunos temas y decidí ir caminando. Descubrí en el cruce de Salamanca con Chapultepec este precioso proyecto. 

Llegué temprano y re-desayuné en la Panadería Victoria, regentado por argentinos. Me puse en modo ché y tome, ojo, empanada de dulce de leche.  Ahí fue donde toqué el primer billete de 20 pesos. Su textura es tan distinta a los demás que pensé que era falso…

Pasaron a recogerme a la gasolinera Pemex de la esquina con Sonora. Estaba tan alegre de verlos que hasta besé a la chica conductora del Uber. Fuimos directamente a Santa Fé, y fui la primera vez que viví la inmensidad del tráfico. Casi una hora. Reunión en Santander. Después de ello a tomar un café al Starbucks del centro comercial de Patio Santa Fé. (Por cierto, que allí vi el primer Wallmart de mi vida, que recuerde) Otra hora de vuelta y reunión en el W de la colonia de Polanco.

Después ya fuimos a comer y conocí por fin a la gente de TcMex. Es guay, es re-conocer a gente que ya conoces. Comimos en Quimera, una galería recién abierta cerquita de la ofi en la que había diferentes sitios. Disfruté de mi kit de bienvenida 🙂 Después, quince minutos en la ofi y tarde de reuniones de nuevo. L´Oreal, y ya para cerrar visita al CIBBVA en el piso 33 de la torre Bancomer, muy cerquita de casa.

Todavía me quedaban algunas fuerzas para ir a comprar algo para esos días, (descubrí el queso oaxaqueño) hacer unas hamburguesitas y empezar a ver House of Cards. Moló, claro, porque justo acabábamos de volver de Washington.