Rumbo a Benarés

Hoy tenemos nuestro primer viaje en tren en la India. Tenemos por delante unas 18 horas de viaje hasta la capital espiritual del país: Benarés.

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Por la mañana tendremos otro momento poco molón de los varios que llevamos ya acumulados desde que llegamos. Uno de los chicos del hotel llama por teléfono y luego a la puerta por la mañana. Sin decir ni buenos días nos acusa de haber tirado colillas por la ventana. !! Le explico que no fumamos. Al rato llaman de recepción para volver a preguntar… en serio… qué cruz.

No tenemos el desayuno incluído (pensábamos que sí) así que nos toca desayunar en la cafetería de enfrente (la de nuestro edificio). El de recepción nos quiere hacer pagar por un café del día anterior y por el desayuno que no hemos tomado… y así.

Bueno, todo listo. Estamos al lado de la estación, pero decidimos ir en rickshaw. 20 rupias. Al llegar vemos que el tren se ha retrasado dos horas y media 🙁 Así que decidimos ir a Connaught Place a dar una vuelta y hacer tiempo.  Además ya de paso vemos a ver qué ha pasado con la SIM.

Dejamos las cosas en consigna y cogemos el moderno metro de Delhi. Por lo menos en las paradas de la estación de ferrocarriles y en la de Connaught Place hay arcos de seguridad a la entrada. Nos enteremos que la fotocopia de mi pasaporte no fue recibida correctamente por la central de Vodafone. El chico de la tienda nos devuelve el dinero y a otra cosa.

Tomamos un cafe en un Café Coffe Day (se convertirá en un clásico para nosotros en las próximas semanas (siempre hay uno junto a cada lugar must que visitamos) y vuelta al tren.

A las 13:30 ya estamos montados. Dan las 14:00 y las 14:30 y… el tren sale finalmente a las 16:00. Casi cinco horas de retraso. Los chicos indios nos dicen que no es normal. Nos lo creímos.

La tarde irá pasando mientras leemos y vemos el paisaje. En una de las estaciones que paramos, decenas de monos están en el andén. Vamos cuatro en el espacio de tres. En muchas zonas por donde pasamos hay un montón de suciedad 🙁 (los pasajeros del tren tiran todo por la ventanilla 🙁

Pensamos que no vamos a poder dormir, pero cuando va anocheciendo la gente se levanta y preparan las literas. Por la noche hará mucho más frío de lo que pensábamos, la gente se sienta en las literas de uno… en fin, aventurilla. Conseguiremos, pese a todo, dormir un poco. Hasta la próxima Delhi. No ha sido un placer, pero ha sido una experiencia.

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