Descubriendo Delhi

Tercer día en Delhi. Nuestra idea era habernos ido ya hoy pero seguimos sin billete de tren. Está costando todo un poco. Habíamos reservado un par de noches en el hotel en el que estábamos. Puesto que es un poco caro, decidimos cambiarnos. Está justo al lado. 

ruta-delhi.png

Por fin, billetes de tren

Desayuno y cambio de hotel. Hacemos el check-in y vemos que venden – como en muchos hoteles – billetes y viajes. Intentamos ver a ver si tenemos más suerte que ayer. El internet va y viene y parece que no hay espacios libres. El señor nos tiene casi una hora intentando convencernos de que hagamos nuestro viaje por la India con conductor privado. Por unos 30€/por persona y día. Casi nos convence.

Total, que son las 13:30 de nuestro tercer día en la ciudad y seguimos sin billetes. (Y sin SIM activada, y sin que los de la web de los trenes nos contesten a la validación del pasaporte que es obligatoria – el formulario me dejó añadir mi número no activado). Así que vamos directamente a la estación a ver si hay más suerte. Sí, la habrá. 

No sé si es que los de las agencias nos habían enseñado información incompleta o es que hay cupo para venta online. El caso es que yendo directamente a la estación conseguimos comprar billetes. Al llegar, vimos indicaciones para una sala de venta de billetes. Allí había varios mostradores de venta.

Un señor estaba viendo vídeos en el móvil y dando a los clientes un papel para que escribiéramos los billetes que queríamos comprar antes de ir a las ventanillas de venta. Cuando por fin nos tocó el señor del mostrador nos dijo que teníamos que haber ido antes a información a preguntar los números de los trenes. (Justo a la derecha de la puerta, el videoadicto nos lo podía haber dicho… pero bueno, se portó guay y nos dejó estar allí y nos ayudó él a completarlos.

Estábamos tan contentos que compramos ya todos los billetes para dos semanas. La verdad es que visto en retrospectiva quizá hubiéramos podido jugárnosla a ver si lográbamos lo de la venta online, pero con el tema de Diwalli y tal, no queríamos arriesgarnos. Compramos casi todo sleeper. No teníamos particular interés en ir de noche pero era los horarios que había para la ruta que teníamos en mente. (De hecho el único diurno que compramos, no lo vamos a utilizar)

El principal consejo que puedo dar es que si vas a comprar billetes de sleeper compres la cama de en medio o la de arriba. En nuestra experiencia (noviembre, zona norte de la India) en los trenes nocturnos se cuela gente sin billete que no tiene inconveniente en sentarse en el hueco que dejan tus pies, o en el suelo… haremos un post en sí de los viajes en tren, que dan para mucho…

Bueno, misión cumplida en el fondo. Ya podemos irnos mañana de Delhi. (Será bastante más tarde de lo previsto, pero eso aún no lo sabemos) Vamos a comer – justo al lado del hotel, mientras suena King África!) y a aprovechar la tarde.

Rajghat y Akshardham

Con la ayuda de Google rápidamente decidimos en qué vamos a pasar la tarde. Cogemos un tuktuk y ponemos rumbo a Rajghat. El tráfico en Delhi es una auténtica locura. Vacas, peatones, coches, tuktuks… todos pitando como locos, metiéndose en el carril contrario… Cuando por fin llegamos al rajghat, el lugar parece un remanso de paz dentro de la ciudad.

Literalmente patio del rey, es el lugar donde fue incinerado Gandhi. Un enorme monolito de granito negro y una llama eterna están dedicados a su memoria. Había bastante jaleo de gente gritando y saltando las vallas (una constante de momento en muchos sitios del país 🙁 ) pero aún así casi conseguimos sentir un poco la espiritualidad del lugar. 

A la salida coincidimos con Khan, nuestro conductor del día anterior (esto es un pueblo!) pero no quería llevarnos a Akshardham, que está un poco lejos. Pero no tanto como para las 300 rupias que nos timó el que sí nos llevó. (Volvimos por 150) Pero bueno.

Akshardham es un lugar espectacular. Así en negrita. Pero no se pueden sacar fotos. Terminantemente. De hecho en la entrada al lugar te registran. Todos los móviles y cámaras han de ser depositados en consigna. Nosotros no nos dimos cuenta y tuvimos que hacer la cola dos veces.

akshardham_watershow1.jpg
Fuente de la imagen. 

El lugar es un conjunto de templos hinduístas construido por 7.000 artesanos y 3.000 artesanos a toda velocidad en 2005. Es un sitio majestuoso. Tanto por dentro como por fuera. Decenas de esculturas de elefantes, un interior de mármol blanco en el que un brahman estaba rezando cuando llegamos….

Aunque dudamos (los de Manila y Naypidó no fueron para tirar cohetes) al final nos decidimos por quedarnos al espectáculo de luz y agua. Costaba sólo 80 rupias. Y se salió. Era un mapping de luz del edificio en el que se iban proyectando historias de divinidades de los cuatro elementos y estos tenían su reflejo en el estanque. Muy muy guay. Parecido supongo a lo que tiene que ser el Festival de la Luz de Lyon, que tenemos pendiente.

Rumbo a casa. Unos hojaldres para cenar en el hotel y una partidita. Un día que fue de menos a más. Lo mismo que le pasará a nuestra experiencia en la India en general en las próximas semanas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *