Retrasos, galletas de la suerte y adios a EEUU por el momento

Llegaba el momento  de deshacer el camino. Tras varios días en la capital de los Estados Unidos de América nos encaminamos a la capital de los Estados Unidos Mexicanos. Pero el camino va a ser largo. Más de 30 horas entre unas cosas y otras.

El plan del día es sencillo, el autobús a Nueva York sale a las 14:00 y nuestra idea es ir tranquilamente hacia Chinatown comer por allí y ya coger el bus. Hemos quedado a la llegada a Nueva York para poder tomar algo con Gen.

Tras desayunar tranquilamente y despedirnos de Alexander (Mathew se ha marchado temprano a trabajar) cogemos el metro y llegamos a Chinatown que ya conocemos del día anterior. Sin mucho que hacer ni tampoco mucho tiempo pasamos brevemente por delante de la casa donde se produjo la conspiración para asesinar a Lincoln y nos decimos por comer aquí.  Se trata de un restaurante reseñado en el Washington Post como se encargan de recordar en el escaparate en el que una señora se afana haciendo dim sum. Es un sitio pequeño y comemos bien. Algo de pato. Me llama la atención que hay camareros latinos empleados por los dueños chinos.

Un té de postre y nos acercamos a la ofina de Focus Travel.  Nos dicen que el bus se retrasa una hora por la nieve. Parece normal. No lo habíamos pensado demasiado.  Pero vamos con tiempo. Así que de nuevo cruzamos la calle y nos vamos a tomar un café y a hacer tiempo al sitio de enfrente. Pedimos café, tomamos café, dejamos la mitad del café. Pasa una hora. Cruzamos la calle. Nos dicen que está realmente retrasado. Que volvamos a ver a las 17:00 o 17:30.  Mmmmm. Cruzamos de nuevo la calle. Cookie. Avisamos a Gen que no vamos a poder verla finalmente 🙁 Miramos opciones de tren u otros buses. No hay, así que nada. A cruzar los dedos.  Cruzamos la calle. El bus llega! 

Somos cuatro pasajeros contados.  Y nos ponemos en marcha. Atascazo en Baltimore. Nervios. El conductor va fumando en el bus y comiendo lo que parece su comida, tiene pinta de que no ha descansado ni parado a comer. Paramos en Nueva Jersey a repostar, treinta minutos. Nervios. (Check de Estado, pues me bajo a comprar patatas fritas) Llegamos a Nueva York. Entramos por el Holland Tunnel (siempre que pienso en este tunel me acuerdo del capítulo de HIMYM en el que Barney y Ted se hacen pasar por turistas para ligar y resulta que las chicas son de Nueva Jersey) Ya llegamos a China Town. Un coche de policía aparcado en doble fila no permite pasar al bus. 10 minutos. Nervios. Los policias salen con sus donuts. El autobús avanza un poco. No termina de poder pasar. Finalmente lo consigue.

Y desde allí ya, poco que contar. Metro de línea directa pero local (para en todas) hacia Jamaica Center para coger el Air Train hasta el JFK. Vamos justos pero parece que llegamos si no se complican las cosas en el aeropuerto. No se complican. El chico del mostrador de Interjet nos saluda directamente en castellano y poco más. Control de maletas, esperar un poquito y… a volar. (Volvimos a tener suerte, tampoco teníamos nadie en el asiento de al lado). Nagore aprovechó a dormir tumbada. (y en un giro se cayó)

One thought on “Retrasos, galletas de la suerte y adios a EEUU por el momento

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *