Hoy toca día de pateo. Manila es inmensa, y la contaminación es brutal. No es un lugar idílico para pasear. Pero nosotros vamos a contracorriente. Y a pasear se ha dicho. Queremos ver el paseo marítimo y después al centro. Hoy tocan los museos, veremos a ver si los conseguimos visitar.
Coney Island Filipino y campeonato de coros
Hoy nos hemos levantado modo deportista ON. Así que iremos pateando la ciudad hasta Star City, una especie de parque de atracciones. A Pedro parece que le gusta el camino, a mí no. El tráfico es asfixiante en Manila. Querido peatón, Manila no está hecha para ti.
Paseamos por una de las avenidas principales de Manila, Avd. Buendía. Querida Lola, tu familia y tú compartís una calle en Manila. No te voy a engañar, bonita bonita no es, pero tiene su gracia no?
Sigo a lo mío, llegamos tras un largo camino (tragando mucho humo de los coches y bajo un sol matador) a Star City, un parque de atracciones. Leemos el cartel, y vemos que está abierto tan solo los fines de semana. Ohhhh! 🙁 Sin embargo desde fuera podemos ver algunas atracciones (no es que sea tan molón como el Luna Park de Sidney) y sacar algunas fotillos.
Seguimos el paseo. Siguiente parada el Centro Cultural de Filipinas. Allí encontramos una sombra e hicimos una parada de avituallamiento. Agua y sandwiches. Ahora sí podemos seguir. Un técnico se metió dentro de una alcantarilla a lo Mario Bros y consiguió que funcionara la fuente. Olé.
Nosotros entramos en cualquier sitio donde no piden ticket, así que allí que entramos en el centro cultural, justo cuando se estaba celebrando el concurso nacional de coros. No conseguimos ver ninguna actuación, pero dimos un paseo por el edificio. Había muchas esculturas y cuadros por todas partes, además pudimos disfrutar de su arquitectura (nos recordó a algunos edificios vascos, de los 80). Mucha madera y hierro.
Entramos además a la biblioteca (nos gustan las bibliotecas, somos un poco raros) 😉 Yo estuve ojeando unas revistas coreanas, para sumergirme en la cultura de nuestro siguiente destino. Tras el descanso seguimos el paseo. Había un museo de instrumentos tradicionales asiáticos. No teníamos entrada, y había que comprarla abajo, en la entrada, así que nos dio pereza y ya nos fuimos del Centro Cultural.
El paseo marítimo por el Boulevard Roxas, a mí me decepcionó bastante. (Se nota que Manila no es mi ciudad favorita del mundo, no?). Olía un poco (bastante) mal. 🙁 Sugerencia al alcalde filipino: más sombrita para los turistas y lugareños, por favor.
Pasamos por alguna escultura chula, la embajada de USA y por último el museo de los niños (donde se celebraban cumpleaños). Estábamos ya cerca de 7 Eleven donde estuvimos ayer, así que nos tomamos algo rápido y a seguir el camino hacía el Parque Rizal. Nuestro plan es ir de museos pero primero paramos a contemplar las maquetas de las islas de filipinas que hay en el parque. Están chulas, aunque no está bien señalizado cuál es cada isla.
Siguiente parada, el Museo Nacional de Filipinas. ERROR. Está cerrado ya. Corre, corre, Pedro a ver si en el Museo del Pueblo Filipino tenemos más suerte. ERROR. También estaba cerrado.
El mejor Museo de Manila (No pudimos ver otro) 😉
La Iglesia de San Agustín en Manila es uno de los lugares más visitados en la capital. A nosotros nos gustó mucho está trocito de la España colonial dentro de Intramuros. Es impresionante.
El museo está situado en el antiguo monasterio de los agustinos, y la entrada cuesta 200 pesos filipinos. Pero te regalan una postal con la entrada. Esas cosas molan. 🙂
En este lugar se puede disfrutar de un lugar histórico, declarado patrimonio de la humanidad. Además de poder pasear por sus pasillos y estancias, es el lugar perfecto para aprender un poco más de la historia filipina. Las rutas comerciales entre Filipinas-América-Europa o entre Filipinas y China, así como sus productos típicos. Pudimos ver un mantón de Manila en Manila. CHECK. Pedro estaba feliz, ya que no pudimos ver Filipinos (las galletas, quiero decir) en Filipinas, que era lo que él buscaba en este viaje. 😉 Recomendable 100%.
Después de patear medio Manila tocaba volver a casa. Pedimos un uber desde la plaza de la catedral. Tardó en llegar un montón gracias a la hora punta. En ese rato de espera, le hicieron una encuesta a Pedro sobre moda. ¿Cuantas veces a la semana utilizas sombrero? Curiosa encuesta.
Tras el atasco de Manila llegamos a casa. Cena en Jollibee y a dormir. Buenas noches.
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