De cine en Busán

¡Ay Corea! Antes de conocerte ya sabíamos que nos ibas a gustar 🙂 Hoy nos lo confirmarás. Y mañana y pasado y… con tu clima, con tus frikadas, con tu comida, con todas tus cosas. Hoy recorremos la segunda ciudad por tamaño del país: Busán. 

Isla de Dongbaek, la isla de las camelias

Desayuno con tranquilidad. Disfrutando de nuestro hostelito y de la emoción de salir a conocer la ciudad. Nos sentimos como de vacaciones dentro del viaje. (También a nivel de pasta que nos gastaremos :-))

Hace un día fantástico para pasear y a ello que vamos. Nuestra idea será ir caminando hacia el centro. Primer error. Busan no tiene un centro como tal. Es una ciudad muy alargada entre la costa y las montañas. Así que patearemos bastante, pero ni tan mal.

 Según Google Maps no se puede ir andando de ningún sitio a ningún sitio en todo Corea. Supongo que tiene que ver con los nombres en Coreano y los nombres en alfabeto latino; acabará siendo un incordio algunas veces estas semanas, además de que no podemos poner en los posts nuestro habituales mapitas…

Primera parada la isla de Dongbaek, separada por un puentecito del resto de la ciudad. Las sensaciones son completamente distintas a las de los últimos meses. Todo ultra cuidado, ultra limpio… teníamos ganas también, la verdad.

En nuestro paseo a la cima de la isla nos llamarán la atención muchas cosas. Cada dos pasos. Algo que no cambiará en ninguno de nuestros días en el país (y que hace que los posts sean muy largos 🙁 ) Entre ellas, la estatua de plástico de la Princesa Cordelia para concienciar a la gente sobre la mítica isla de plásticos y desechos del Pacífico, mayor que la península de Corea en superficie. Pero que parece que no es verdad, si no que la famosa foto fue tomada en el puerto de Manila. Si, al final, tenía razón Nagore 🙁

En lo alto de la pequeña colina de la isla se encuentra Nurimaru, un bello edificio de planta circular y amplios espacios abiertos que se construyó para la reunión de la APEC de 2005 y que hoy funciona como un museo para recordar la reunión. A mí me resultó curioso y me recordó al Palacio de la Reunificación de Saigón. 

También desde lo alto, cerca del faro, se tienen preciosas vistas de la playa de Haeundae y del puente Gwanganel más largo de los muchos que tiene la ciudad. Vista la vista, volvemos por el otro lado, rumbo a…

El paseo del cine de Busan

Ciudad con playa, en el extremo geográfico del país, con montañas cerca y festival de cine. (Que justo empieza hoy, cuando estoy escribiendo este post) ¿Cuál es la diferencia entre Donosti y Busan? El paseo del cine: Cine Road.

Inaugurado en enero del año pasado, a lo largo de sus 800 metros el paseo te permite disfrutar de diferentes aspectos de la industria del cine, de películas coreanas con más de 10 millones de espectadores (!!), esculturas o trampantojos molones.

Seguimos caminando y caminando y llegamos ya al final del paseo, a un parque que conmemora la implicación de Busan como sede olímpica en los Juegos de Seúl´88. Nos perdimos un poco (de eso nos daríamos cuenta luego) y estábamos ya cansados, así que nos metimos en el metro para ir al Cinema Center. Sólo era una parada, estábamos casi al lado, pero eso no lo sabíamos.

A la salida del metro nos encontramos con Shinsegae Centum City, el mayor centro comercial del mundo. Pero había algo raro. Algo que llevábamos toda la mañana pensando sin darnos cuenta y que aquí se hizo evidente, pues estaba cerrado. No había nadie por las calles de Busan. NADIE. ¿Train to Busan se había hecho realidad? Nooooooop. No lo sabíamos, pero estábamos visitando Busan en un pedazo de macropuente.

Chuseok:  «el gran punto medio (del otoño), es una celebración tradicional relacionada con la cosecha en la que la gente parece que visita sus ciudades y pueblos natales. Una de las más vistosas fiestas nacionales del país.

Cinema Center

A la vuelta de la manzana del centro comercial (menuda manzana) se encuentra otro récord Guiness. El del mayor techo hecho con vigas voladizas. Ahí lo lleváis. Obra del estudio austríaco responsable del edificio del Banco Central Europeo en Frankfurt, es un conjunto de tres edificios, en los que tiene lugar el festival de cine.

No le hicimos mucho caso al museo de maquetas de trenes de en frente y fuimos directamente al propio Cinema Center. Estuvimos un rato sentados viendo a unos chavales patinar y luego fuimos a dar una vuelta por los edificios. Larguísimas escaleras mecánicas y bellas pasarelas para unir todos los espacios. La verdad es que moló. Curioseamos un rato por los cines cubiertos y luego por una expo de National Geographic, hubiera molado entrar, pero era algo cara y nos fuimos ya de vuelta por donde habíamos venido.

De museos y memoriales

De camino hacia el museo de Arte de Busan cruzamos por el edificio anexo al centro comercial (un anexo que será él sólo como 20 Arcca´s)  y de hecho entramos un poco al edificio principal, que tenía algunas cosas abiertas. Check. Estuvimos un buen rato por el anexo, porque – como siempre en Korea – todo nos llamaba la atención.

Cruzamos por el Bexco, el centro de convenciones con espacio para fumadores en medio de un patio enorme y fieles a nuestra tradición lo que hicimos en el museo de Arte fue… comer. No sé por qué nos encanta comer en museos. Y esta vez no fue excepción. De hecho luego no lo vimos, que también nos pareció un poco caro y eso que era la bienal de Busan. Lo que sí visitamos fue la tienda de recuerdos en la que sonaba SISTAR. (El Shazam este año echa humo 🙂

Queríamos pasar la tarde – siguiendo nuestra mapa – visitando el Museo de Busan y el Memorial de la Guerra de Corea. Y eso fue lo que hicimos. En el museo, pudimos aprender algo más de la historia del país, la época de los Tres Reinos o la Dinastía Joseon (fue la primera vez que leímos sobre ello, sería mucho más frecuente en las siguientes semanas) (También aprendimos que les encantan los timelines en los museos) y luego, desde el párking del museo llegamos a una entrada – luego supimos que era una entrada lateral – del memorial de las Naciones Unidas de la Guerra de Corea.

Un señor nos fue recordando varias veces que cerraban a las seis desde que entramos al parque. Disfrutamos del bello lugar y del espacio para la reflexión y a las 17:55 estábamos en la puerta de salida. Pero era la lateral, así que tuvimos que ir corriendo a la principal, y ya justo se nos hizo un poco tarde. Salimos los últimos. 🙂

BIFF Street

En muchas otras ciudades en nuestros últimos meses normalmente no nos apetece salir por la noche. Pero Corea es distinto. Estaba ya anocheciendo peor no nos fuimos a casa. Siguiente parada, la zona de tiendas y puestecitos de BIFF. (Sí, como el festival de cine)

¿Y qué decir? Pues que nos encantó. 1000 movidas a cada paso. Calcetines de Super Mario, máquinas de «enganchar muñecos» que aquí les encantan, bananamisú, gatotecas, partidas al Mario Kart en Arcade (otro clásico de nuestro viaje), videojuegos modernos, videojuegos antiguos, comida de todo tipo, tarotistas..

El premio a la sorpresa de la noche se lo llevó nuestro primer book café, algo que no habíamos visto antes. Entramos por curiosidad, pensando que sería algo más tipo las que se ven por Europa, pero no del todo. Pese a que prácticamente no podíamos entendernos con la chica del mostrador que no sabía nada de inglés – algo medio frecuente en nuestra experiencia posterior en el país – logramos pedir un café y disfrutar un rato de nuestro habitáculo con cama para poder leer todos los comics que quisiéramos. Eso siempre y cuándo fuéramos capaces de aprender coreano, pues no había nada en otro idioma. Pero bueno, lo pasamos guay.

Ahora, sí, eran ya más de las 22:00 y había que pensar en cenar. Así que pensamos que lo mejor sería volver al barrio y cenar por allí. Eso hicimos. A coger el metro a Nampo. No confundir  Jangsan con Yangsan, los dos extremos de la línea verde que nos lleva a casa 🙂

Compramos algo en el McDonald´s y a cenar al hostel. Buenas noches Corea, el primer día contigo ha sido maravilloso. Y lo que nos quedará.

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