Makassar: día tranquilo, noche movida

Hoy tenemos previsto quedarnos en el hostel. Dedicaremos el día a comprar vuelos, (lleva mucho tiempo) y a resguardarnos del calor. Por la mañana, la única concesión fue que fuimos a por la ropa a la lavandería. 🙂

Llegó la hora de comer y ahí ya sí, nos animamos a alejarnos unos 500 metros 😉 El elegido fue un el Roti´o. Lo que hace el branding. Como habíamos comido unos bollos muy buenos el día anterior en el aeropuerto, pues nos pareció buena idea. No estuvo mal. Comimos unos hojaldres salados de atún y tal mientras había reunión del equipo de camareros. Algo que ya nos ha pasado varias veces en Indonesia 🙂

Teníamos mucho calor y pocas ganas de hacer nada, así que nos fuimos de vuelta al hostel. Dimos un paseo por el paseo marítimo de Losari Beach, que se encuentra lleno de letreros con los nombres de la ciudad, de la playa… No había prácticamente ni un alma por la calle. Vimos algunas personas instalando puestos de comida.

Pasamos la tarde en el hostel y cuando salimos a cenar entendimos lo de los puestos. El ayuno del Ramadán había terminado por ese día y las calles estaban hasta arriba de gente. Cenamos realmente bien – la primera vez que comí los fídeos duros, creo que es estilo de Yakarta – y nos fuimos después a dar un paseo por la playa. Visitamos una pequeña galería de Arte y nos dirigimos hacia la mezquita flotante que marca el final del paseo.  Allí donde Doraemon se abría hueco entre la gente que quería hacerse fotos con él. De vuelta a casa, subimos un rato a la azotea del edificio a ver las vistas y pronto a dormir.

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