Seguimos nuestra temporal vida californiana. Hoy visitaremos el centro de Los Angeles. (La parte que dejamos pendiente el otro día).
Por la mañana – de nuevo súper desayuno – estamos en casa. Conocemos a Dora y nos preparamos para ir a comer. El elegido hoy es Full House Sea Food. Está en Arcadia, otra ciudad al lado. La experiencia es guay. Se trata de un restaurante oriental en el que la mayoría de los comensales también lo son. Los camareros van pasando con carritos en los que llevan diferentes platitos que puedes tomar. Probamos un montón de cosas, diferentes y sabrosas. Recordaremos de nuestra visita a California la comida en general 🙂
Después de comer visitamos un cercano supermercado oriental. Enorme. Descubrimos un montón de productos desconocidos y alguno conocido. Verduras, pescados vivos (un trabajador mexicano nos explica que son bagres), mariscos…
Los Angeles a visto de pájaro
Tras la diversión de la comida y la compra, May nos llevará a visitar el ayuntamiento. Es un edificio singular, inspirado en el Mausoleo de Halicarnaso. Tras acreditarnos nos vamos a visitar las salas y pasillos de la planta baja, donde destaca las bóvedas. Un ligero recuerdo de la Mezquita de Córdoba me viene a la mente. Tras ello, tomamos dos ascensores distintos para subir al piso 32 y ver la ciudad desde arriba. Las vistas son impresionantes. Vemos perfecto el skyline de la ciudad, Hollywood…
Andando entre libros
Y ya después May y Dora volverán a casa y nosotros nos pondremos a recorrer las manzanas del centro, en torno a la calle Broadway: Los Angeles Theater, The Arcade Building… Vemos algunas tiendas interesantes y en particular The last book store, donde disfrutamos un buen rato de sus libros antiguos, nuevos, su decoración, su enorme catálogo de libros de cine y sus buenos sillones. («Esto no es una bilblioteca, máximo una hora»)
Con algo más de cultura y el regalo de cumple de Nagore nos encaminamos hacia Pershing Square. Como en otros centros de ciudades hay algunos vagabundos que no nos prestan demasiada atención. Pasamos de largo por Clifton´s, lo que no deja de ser una pena.
Pershing Square es quizá una de las imágenes más conocidos del centro de Los Ángeles (y tampoco lo es mucho) pero nosotros seguimos el paseo. Acabamos dando con la entrada lateral de la biblioteca de Los Angeles y entramos un rato. Disfrutamos de una interesante exposición sobre carteles de cine adaptados al español y otra sobre el poder de la propaganda del ejército nazi. También de sus sillones, sus baños y su wifi.
Desde allí y por debajo de los puentes de la ciudad (por Flower bajo la 4th) y tras tener que dar la vuelta por no poder seguir fuimos a buscar el Grand Central Market que se encontraba ya cerrado a esa hora, pero que al girar la manzana para asegurarnos nos permitió descubrir con sorpresa el funicular de Los Angeles, cerrado desde 2013, que se encuentra casi escondido entre edificios mucho más altos que la pendiente que supera.
Ya estaba anocheciendo. Volvimos ya hacia el ayuntamiento que se encontraba iluminado con los colores de la bandera belga y de ahí a la Catedral de los Ángeles – la primera que vemos que tiene parking – que ya estaba cerrada. A casa en metro, unos cereales para cenar, organizar un poco Alaska – por fin – y a dormir.
Sometimes I feel, Like my only friend
Is the city I live in, The city of angels
«Under the Bridge» – Red Hot Chili Pepppers