De museos por Hanoi

Llevamos ya varios días en Hanoi. Descansando de viajar 🙂 Hoy es nuestro último día aquí y vamos a intentar – una vez más – ver algunos museos de la ciudad que aún no hemos podido ver. (De hecho, el mausoleo de Ho Chi Minh, no lograremos verlo, abre de 7:00 a 10:00 y ningún día nos levantamos 😉

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Tras discutir un poco con el chico del hotel a cuenta del desayuno y de que nos quería timar directamente, (y de desayunar, hacer la maleta y dejarles de recuerdo un paquete de azúzar y tres bolsitos que nos habían dado en Tailandia) nos ponemos en marcha hacia el museo de Ho Chi Minh. Entre unas cosas y otras nos ha dado casi la una y aunque fuimos en uber, el museo ya había casi cerrado para comer. Como todos los que hemos visitado en la ciudad. Lo que sí pudimos visitar, que está justo al lado fue la pagoda del pilar único.

La pagoda es uno de los monumentos más característicos de Vietnam, y fue construida para agradecer que un rey de la dinastía Ly pudo por fin tener un hijo. La idea es que el templo, construido sobre un sólo pilar circular, se asemeje a una flor de loto. Cuando estábamos allí leímos que el templo había sido recientemente reconstruido dado su mal estado de conservación.

Agradeciendo las constante invitaciones para llevarnos a sitios 😉 fuimos a ver si llegábamos a tiempo a ver la torre de la bandera de Hanoi. (Que ahora ya sabíamos que se puede visitar) Nope. También cerrada. Segundo intento y último. De allí tomamos otro uber y nos fuimos al museo de la Revolución. Cerrado. Segundo intento y fracasado. 😉 Resumen hasta ahora del día: discutir con el recepcionista, dos uber innecesarios, tres museos cerrados 🙂 Pero estábamos la mar de contentos y además mientras hacíamos tiempo para que volvieran a abrir, encontramos un gran sitio para comer. No sabíamos muy bien qué nos encontraríamos y en el piso de arriba – con ascensor propio – encontramos un precioso restaurante que nos transportó como ya nos pasara en este barrio de la ópera de hanoi, a Europa. (Algo que no vivimos – para bien o para mal – en ningún lugar de Malasia, Indonesia o Tailandia)

Ahora sí, Museo de Historia Nacional y Museo de la Revolución

Con el estómago lleno y un poco menos de morriña europea (un tema que da para un post, quizá lo escriba algún día) nos fuimos ya a ver ambos museos. El ticket es común para ambos y si no entendí mal, ahora los dos se llaman oficialmente «de Historia».

El primero que vimos fue el de la Revolución. El museo recorre la historia de Vietnam durante el s.XX mostrando fotografías y objetos de las numerosas y encadenadas guerras que ha vivido el país en su reciente historia: de la segunda guerra mundial contra Japón, guerra de independencia contra los franceses, guerra civil y contra Estados Unidos. No muestra nada de la guerra contra Camboya que también vivió el país hasta 1991 y de la que hemos aprendido ahora que estamos en el país jemer. Lógicamente también cuenta la evolución del partido comunista en el país y del propio Ho Chi Minh y termina con algunos objetos que caracterizan las relaciones diplomáticas de Vietnam en la actualidad. Un hecho nada trivial, para un país que no logró normalizarlas hasta 1994.

Al cruzar la calle – y girar un poco – en seguida llegamos al museo de historia nacional. Es un museo con otro enf, mucho más centrado en la arqueología y las expresiones artísticas durante la historia del país. Al final descubrimos una exposición de esculturas de los Eo y también de los Cham, hoy una minoría en Vietnam, pero durante un tiempo un estado hindú independientemente en el sur del país (En la Cochinchina :-)) (Es interesante que la misma etnia Cham en Camboya es de mayoría musulmana)

Ambos museos fueron interesantes pero les faltaba, en mi opinión, más explicaciones en general y en inglés en particular. Uber y al de museo de Ho Chi Minh. Por fin lo encontramos abierto.Vimos una exposición nueva sobre la vida del líder vietnamita – en esta exposición mucha info y pocas cosas 😉 pero me interesó – y una planta superior muy muy muy curiosa. Recorrido por su vida con unas instalaciones artísticas medio modernistas, medio oníricas… no sé no me lo esperaba para nada!

Aunque el día había cundido mucho todavía nos quedaba mucho por hacer. Bueno no literalmente. ¡Teníamos por delante 20 horas de autobús! Tomamos un cafecito bien a gusto y al hotel a recoger las cosas. Habíamos quedado a las 16:30 en la agencia que nos vendió los billetes en el sleeper bus. Tuvimos que ir cargados con las maletas andando siguiendo a un chico en moto y recogiendo a otras personas en sus hoteles hasta encontrar al autobús en una de las calles de la ciudad unos treinta minutos después. Bastante surreal.

Nunca había visto un autobús similar. A medio camino entre clase business y lata de sardinas. El autobús te permite dormir muy reclinado y con las piernas completamente horizontales, pero si quieres guardar alguna mochila entonces va contra tu espacio de dormir 😉 A unos cuantos kilómetros de Hanoi hicimos una parada donde nos compramos un par de perritos. Teníamos toda la noche por delante para disfrutar de las carreteras del país… o para dormir.

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