Amanecer inolvidable y dormir bajo un eucalipto

Como decíamos el otro día, nos estamos acostumbrando a seguir los mismos horarios que el sol. Nagore se despierta justo al amanecer. Ve el espectáculo y decide despertarme. Y menos mal. Precioso amanecer el que vivimos en Wingham.  El sol, la bruma, el reflejo en el lago… Ventajas de la vida a bordo de la furgo que estamos empezando estas dos semanas.

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Desayuno de las campeones y nos ponemos en marcha. Hoy pasaremos mucho tiempo en la furgo aunque no estaba previsto. Pensábamos que el desvío para dormir era pequeño. Pero no, no lo era.

Wingham

Nada más arrancar, decidimos que no podemos visitar la zona y el parque natural en torno a Wingham pero sí el pueblo en sí. Que es realmente, el primer pueblo de Australia que visitamos. Todo lo que aparece en la guía de nuestro amigo de la noche anterior está en torno a la plaza principal del pueblo: el edificio de correos, el museo municipal el hotel… nada del otro mundo, pero la verdad es que damos una vuelta completa bastante entretenidos. Es interesante la historia de uno de los árboles más antiguos del pueblo que fue plantado gracias a la semilla turca que envío un soldado a su madre en una carta enviada desde el frente en la I Guerra Mundial.

Hasta que se acabe la carretera

Pasaremos conduciendo la mayor parte del resto del día. Pero, antes iremos al McDonalds del día anterior, en Taree, donde nos duchamos, nos tomamos un café y cargamos teléfonos, ordenadores… sí, las cosas que damos por sentadas pero que no tuvimos esos días. Es curioso que  dos semanas después, ya en Melbourne, todavía subconscientemente cada vez que veía un enchufe en casa, me decía “eh, que aquí podemos enchufar”

Ya listos para revisión, en seguida cogimos la Pacific Highway de nuevo y desde ahí, unas dos horas hacia el norte hacia llegar a Kempsey. Pero llegamos a la hora de comer y estamos animados así que nos decidimos a ir hasta la zona de acampada de Blackbird Flat. 

A un hora según Google, a tres según la realidad. A mitad de camino pararemos en Bellbrok porque también había otra zona para pasar la noche. Pero estamos con la cosa de ir a Blackbird y aunque costó, para allí que fuimos.

Eso sí, disfrutaremos de verdad del camino, volveremos a ver canguros, granjas, muchos arroyos, ovejas,vacas… más adelante el camino se vuelve de gravilla y por ahí que seguiremos.

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Llegaremos finalmente. El sitio está en el medio de ningún sitio. Pese a ello, hay dos caravanas. Prepararemos la comida y nos iremos después a dar un pequeño paseo al río y a ver anochecer. Dormimos debajo de un enorme eucalipto bajo un manto estrellado.  

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