Hoy es mi último día con 33 años. Lo pasaremos casi completamente en casa. Lo primero es lo primero. Un gran desayuno. Después, un poco de digitalnomadismo. Por la mañana yo estuve preparando una masterclass de paid media para uno de los cursos con los que colaboro.
Unos spaghetti, mientras casi terminábamos de ver Wake in fright. Por la tarde a tomar un café junto al fuego en el hotel de al lado de casa, y así nos aireábamos un poco. Un rato más de escribir y un par de diseños molones de Lady Loidi. El resto de filetes de ternera que habíamos comprado el primer día y a dormir.