Sorpresas en Chiang Mai

Hoy nos despertamos en Chiang Mai sin una plan concreto. Es domingo, y lo que nos apetece es explorar un poco más la ciudad. ¿Qué será lo que nos encontremos? Algo bueno seguro. Chiang Mai sorpréndenos.

Domingueando en Chiang Mai

Hoy nuestro plan es sencillo. Queremos avanzar con el blog, así que toca quedarnos en casa. Pero no. Nos llevamos la oficina por ahí. Al centro a trabajar. Eso sí, primero desayunamos en casa tranquilamente. Estilo Pedro y Nagore.

En Chiang Mai es imposible caminar y no encontrarte con algo que ver. Sí vale, un templo. Así que de camino paramos en Wat Chang Taem. Un lugar conocido porque los monjes de allí preparan coloquios y charlas, y un mindundi cualquiera puede sentarse con ellos a charlar un ratillo. El lugar es bonito, con un estanque, sus nenúfares, etc. un lugar de meditación y paz.

Se hacía un poco tarde y nosotros queríamos encontrar la cafetería que descubrimos el primer día en Chiang Mai. Pero no damos con ella. Entramos por otra puerta distinta dentro de la muralla. Estamos ya cansados y sólo queremos aire acondicionado. Así que entramos en See you soon, una cafetería-restaurante-tienda-hotel. Todo en uno. Un sitio muy bonito que aprovechamos un buen rato. Comida. Café. Oficina improvisada.

Sunday Market Chiang Mai

Sin darnos cuenta se fue pasando la tarde. Las baterías de los ordenadores se iban apagando, así que salimos a la calle y sorpresa: mientras comíamos y pasabamos el rato, habían preparado un mercado inmenso que recorría las calles de Chiang Mai. El mercado típico de los domingos 😉

Lo que más nos gustó, es que en él, sí había artesanías locales. En cada puesto había mucha originalidad y eso molaba. En el mercado nocturno casi todos los puestos eran iguales, pero en este mercado no. Entre tanta arte, un señor nos enseñó un instrumento muy curioso: el Saw San Sai. Un instrumento de cuerda, parecido al sitar, pero originario de Tailandia. Moló mucho.

El mercado era inmenso, calles y calles. Estaba lleno a rebosar. De repente empieza a sonar el himno nacional. Tenéis que saber que aquí en Tailandia son muy forofos de su rey, está presente en cada tienda y monumento. Es adoración lo que sienten por él. Por ello, al sonar el himno, todos se pusieron de pie, se pararon, y expresaron su respeto a Tailandia. Todo muy solemne. Al terminar todo volvió a la normalidad.

Al final del mercado se encontraba el templo Phra Singh, uno de los lugares más visitados de la ciudad. Allí que llegamos nosotros. Más templos. Pero este es realmente hermoso. En serio. En el templo se puede contemplar al Buda conocido como Phra Singh (el Buda León), una figura muy venerada en Tailandia.

Nuestro día que se planteaba muy tranquilo, llegó a ser muy divertido. Venga a ver cosas. 😉 La noche fue tranquila. Vuelta a casa y a dormir. Buenas noches.

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