Primeros pasos en Antananarivo, alias Tana

Esta noche hemos dormido en una cama, en una casa, de amigos. Es una sensación maravillosa. Pasaremos casi un mes en Madagascar. Es un país muy evocador, con poca infraestructura turística, por lo que moverse no es tan sencillo. Pero ahora mismo todo eso nos queda lejos. Disfrutamos de la comodidad y hospitalidad en casa a Adrien y Raquel en el barrio de Androhibe. 

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Androhibe

Raquel lleva tres años viviendo en Madagascar. <em>Tana</em> (esta es la forma en la que casi todo el mundo llama a la capital del país) es su segundo destino, vivió antes en Antsirabe. (que visitaremos en varias ocasiones este mes) Aquí, viven en el barrio de Androhibe.

Nuestro plan del día es descansar en casa tranquilamente y luego ir a comer con Raquel. Así que eso es lo que haremos. Por la mañana, desayunamos como unos campeones. Duchita y un rato de ver la tele 🙂  Todo listo para salir a recorre el barrio, hemos decidido ir andando. Aunque hemos conocido muchos lugares del mundo, es nuestra primera vez en África (exceptuando el norte) y la ciudad nos llama la atención.

La zona en la que estamos, residencial, es una de las mejores de la capital, y sin embargo muchas de las calles no están asfaltadas. Vamos recorriendo tranquilamente la zona, los malgaches, a diferencia de muchos otros lugares del mundo no parecen demasiado interesados en nuestra presencia. Tendremos la ocasión de pasar algún tiempo con ellos y son una gente muy amable, en general.

Daremos con la embajada de Rusia y después decidimos dar la vuelta y seguir las indicaciones que Raquel y Adrien nos habían pintado hacia el centro de la ciudad. En el barrio conviven algunos puestos callejeros con tiendas y cafés modernos. Los taxis nos llaman mucho la atención. Todos son viejos modelos franceses que hace ya tiempo que no se ven por Europa. Muchos Renault 4L y Citroën 2CV continúan una batalla en Tana que comenzó en Francia en los 50 y 60.

Telma para los amigos

Tras un ratito de andar, creo recordar que compramos agua en la gasolinera que – para mí – marcaba la separación entre nuestro barrio y la calle principal que llevaba al centro, salimos precisamente a esta avenida principal, llamada simplemente la Route des hydrocarbures.  Había dos centros comerciales y un banco BOA. (Uno de los bancos que más vimos, propiedad de un grupo marroquí (Marruecos y Madagascar tienen bastante relación, aquí pasó su exilio Mohamed V)

Primer recado, intentar cambiar las rupias indias y de Seychelles que nos habían sobrado. No lo conseguiríamos. Segundo, comprar una tarjeta SIM con un plan de datos. Eso sí, en el segundo centro comercial, el primero estaba casi sin tiendas aún) Nos costó un poco, pero con un poco de francés y la tomando fotos lo conseguimos. Como veremos, la presencia del operador Telma en todo el país es impresionante. Disponen de un sistema de envío de dinero, que creo que es muy usado por la población. En Madagascar es más fácil tener teléfono móvil que agua corriente. 

Comiendo en Tana Water Front

Pues ya con el 50% de los recados hechos, seguimos nuestro camino hacia donde habíamos quedado con Raquel. Pasamos por delante de la embajada de nuestra querida Corea y del edificio más alto de la ciudad, la torre Orange. Un poco más adelante, un letrero nos indica que ya casi hemos llegado a Tana Waterfront. Un bello parque comercial y residencial donde está la agencia donde trabaja Raquel. 

Estamos encantados, comemos realmente bien, disfrutando del lugar y de volver a ver a nuestra aguilarense favorita. Tras dejarla de nuevo en el curro, estuvimos dando una vuelta por el recinto y después de vuelta para casa. Paramos en un supermercado a pasar un rato – siempre me encanta ver supermercados cuando estamos de viaje – y ya al rato llegamos a nuestro nyumbani por esos días. Pasamos la tarde tranquilamente en casa, disfrutamos de la cena y vimos un rato del partido del PSG. Pero no llegaríamos a ver el empate, había sido un día tranquilo pero largo y nos fuimos a dormir.

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