Me encantan las escalas. Sí. No tengo mayor problema con ellas. O bien paso tiempo en el aeropuerto, o normalmente si hay algo de tiempo, salgo a conocer la ciudad. Es así como he estado algunas horas conociendo un poco ciudades como Atlanta o Zurich o cómo he revisitado París o Roma. Hoy le toca el turno a Hong Kong.
Llegada a Hong Kong
«Son las 8 en la mañana, y no he dormido nada…» Hemos pasado la noche entre el aeropuerto de Incheon y el propio vuelo en el que hemos dicho hasta la próxima a Seúl a las 4:30. Sobre las 7:00 horas local, con algo de retraso, aterrizamos en esta ciudad/territorio administrada desde 1999 por China. A Nagore le ven cara de dormida/enferma/yonki y le escanean la cara con una pistola. Nuestro siguiente vuelo, a Rangún, sale a las 16:05. Así que, «vamos a echar un pajareo»
Nos habíamos planeado nuestra miniruta de 5 horas pero no saldrá demasiado bien. Nuestra idea es ir a la isla de Kowloon y pasar en barco a la propiamente de Hong Kong. Control de pasaportes, aduanas, sacar algo de pasta (me flipó que los billetes explicitan como antiguamente que el banco pagará al portador x cantidad y que además están respaldados por un banco privado, no por el banco nacional. (Pero claro, a saber cómo está el tema de la moneda en China en general) y dejar las maletas en consigna. Sí, hay consigna en el aeropuerto de Hong Kong. (Querido Google, indexa bien esto y así ayudas a otros viajeros mochileros escaleros)
Compramos el billete de tren (CAF!!) a la ciudad desde el aeropuerto y ahí es donde nos equivocamos. Para conocer la isla de Kowloon es mucho mejor ir directamente a la parada de Hong Kong / Central. Y no a la de Kowloon. ¿Por qué? Porque la parada de Kowloon está en el medio de una zona residencial junto al centro comercial Elements y es difícil encontrar el camino andando hacia la zona de Tsim Sha Tsui, que es la que merece la pena conocer en esta isla. Nosotros no lo logramos. Agotados por el ardiente sol ya a esa hora de la mañana tras andar de aquí para allá una media hora tuvimos que volver al metro. 🙁 Eso sí nos tomamos un desayuno bastante rico en un Pret. Herencia británica y eso 😉
Isla de Hong Kong
Pues nada, cambio de planes sobre la marcha. Lo vamos a hacer al revés. Damos una vuelta por la isla del sur (Hong Kong) y cruzamos en barco a la del norte (Kowloon) Hace un día realmente malo. Muchísimo calor. Por su parte, una bruma o calima o contaminación hace que sea difícil ver casi nada del espléndido skyline de ambas islas.
Vamos caminando hacia la zona de la famosa torre del Bank of China, pero el calor es demasiado. Pasamos cerca de la oficina de Correos pero no la vemos abierta, así que aquí no habrá postales. Lo dicho, hace tanto sol que entramos a tomar otro desayuno. (Adiós a nuestra prevista visita al restaurante con Estrella Michelín más barato del mundo) Este desayuno, británico. En un Take it Easy. Justo enfrente de la biblioteca frente a Statue Square y el antiguo edificio del poder legislativo.
Daremos después un paseo, cruzando Edimburgh Place, por el pier de Central, viendo algunas de las reliquias expuestas que nos trasladan al pasado – y presente – portuario de la ciudad. Al final decidimos que no vamos a cruzar en barco. Así que vuelta en metro.
Isla de Kowloon
Ahora sí, estamos en el lugar adecuado. Pero ya casi no tenemos tiempo. Así que daremos un paseo rapidito por la zona de la torre del reloj, el centro cultural y el museo del espacio. Vuelta por el mítico The Peninsula y de vuelta al aeropuerto 🙁
Recogemos nuestras cosas y… pedazo de cola que nos espera en el control de inmigración. Pero bueno, vamos con tiempo, tampoco hemos ajustado tanto. Por fin pasamos el control. Nos compramos unos burritos para comer y al poco abren ya la puerta de embarque. Otro rataco en la jardinera y hacia el avión. ¡Ojo, por una autopista de cuatro carriles dentro de las propias pistas!
Ha sido una mañana cansada y aprovechada. Pero habrá que volver:
Llegada a Rangún
Tenemos un vuelo agradable. Unas tres horas. Llevamos bastante descontrol horario en el día de hoy, que tendremos tres husos horarios y además uno de ellos de los de media hora. Lo de vuelto agradable lo intuyo más que nada porque voy dormido casi todo el viaje.
Me despierto cuando ya queda poquito rato para llegar a la antigua capital de Myanmar. El sol se está poniendo entre las nubes y forma un preciso arco iris entre ellas. Una cosa indescriptiblemente bella. A la que no nos dio tiempo a sacar foto 😉 Lo de la luz maravillosa en el país es algo que no dejará de emocionarnos desde ya y hasta que nos vayamos.
Llegamos a Rangún. Lo de siempre. Inmigración (por cierto que a punto estuvimos de no poder venir que pedimos el visado casi fuera de plazo), aduana, cambiar pasta (teníamos algunos dólares de Camboya) y taxi al hotel. Lo compartimos con una chica que justo va al mismo cuando estamos en el mostrador.
Y luego dicen de Manila. El tráfico en Rangún sí que es una pasada. Estaremos una hora de trayecto. Diluviando y con una especie de humor amarillo puesto en una minitele del señor conductor. Señor conductor que conducía su coche importado de Japón. Como casi todos aquí. Con el volante en la derecha. Pero aquí conducen por la derecha. Lo cambiaron hace unos años, pero los coches siguen siendo los mismos, así que se dan situación bastante curiosas cuando la gente quiere adelantar y no ve o cuando para subirse al bus tienen que hacerlo por la parte de la carretera. (También se ven coches y autobuses con el volante a la izquierda lo que es ya el acabose, vas viendo cómo dos coches van en paralelo cada uno con un volante a cada lado)
Pues nada, que llegamos sin problema. Nos dieron nuestra bebida de bienvenida, vi por primera vez una persona con thanaka y a dormir que el día había dado mucho de sí.
hola. proximamente tengo una escala de 10 horas en Hong Kong. llegamos a las 14.20 y nos vamos a las 0.50. en principio al ser escala no tenemos que recoger maletas. queríamos bajar a ver la ciudad pero hay gente que nos desanima diciendo que no da tiempo (`porque además ese día es festivo). es fácil encontrar el tren y moverse por allí? la idea sería dar un paseo por Kowloon y poco más… me puedes ayudar un poquito?
Hola Elena, acabo de ver tu comentario. No sé porqué no se me notificó. ¿Ya fue tu vuelo? ¿Al final lo visitaste? Nosotros teníamos 9 horas exactas entre la llegada y la salida del siguiente y mereció la pena. Fue fácil moverse.