Hoy tenemos un día distinto a otros. Hoy nos vamos a clase. Estando en Bali leí por primera vez sobre el Batik, y me interesó inmediatamente. Así que cuando vimos que en Yogyakarta es común que diferentes empresas y lugareños ofrezcan clases no nos lo pensamos mucho 🙂

Batik bajo la lluvia

Lo comentamos con Asep y él se encargó de buscarnos la clase con Estudio Kalpika. Tras el desayuno, él mismo nos llevó en dos viajes en moto, el mío de lo más divertido, hasta el estudio.

Llegamos y conocimos a Sigit (a quién a lo largo de la mañana hicimos una pequeña entrevista) el nos fue explicando toda la técnica del batik, un arte de teñido de tela que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. 

Durante más de cuatro horas fuimos aprendiendo de Sigit la técnica, que contamos paso a paso en este post, mientras lo íbamos poniendo en práctica en nuestras propias piezas. En la calle caía una enorme tromba de agua cuyo sonido nos acompañaba en los ratos en los que teníamos que esperar.

Para mí fue una mañana maravillosa. Llevaba muchos años sin hacer manualidades y la verdad es que fue un ejercicio precioso para la mente. El resultado final, pues así así… 😉

Sin entrar al Castillo del Agua

Después de nuestra entretenida mañana, (serían ya más de las 15:00) fuimos a dar una vuelta por el barrio. Estábamos justo en frente del castillo del agua, el recinto del antiguo jardín del palacio del sultán, uno de los lugares más famosos del lugar.  Estuvimos dando algunas vueltas por una de las zonas del castillo. Cuando llegamos a la entrada, la taquilla estaba cerrada. Un señor se ofreció a acompañarnos. No nos moló demasiado, así que nos quedamos sin entrar…

Fuimos ya caminando tranquilamente hacia casa. Dando una vuelta por la plaza de Adun Adun Kidun. El epicentro del ocio en la ciudad, según parece, aunque no llegamos a verlo. Paramos a comer/cenar en un restaurante que estaba al lado de casa, el Ayan Goreng Bugisan. Tras algún que otro esfuerzo conseguimos hacernos entender. Una vez más, no preguntamos si las cosas picaban y no pudimos comernos una de ellas. 🙁

Ya en casa dimos las gracias a Asep y nos despedimos de él pues al día siguiente tocaba cambio de isla.  Nuestra idea era ir al museo a las 20:00 a ver un espectáculo de sombra de marionetas, wayang kulit. pero diluviaba, así que decidimos que no. Esa noche estuvo lloviendo durante casi 8 horas seguidas. Lo que incluyó un apagón. Algo que ya nos pasaba con cierta frecuencia en Bali.