Cambios

«Ch-ch-ch-ch-changes. Turn and face the strange»

Ha querido el destino que comencemos nuestro viaje el mismo día que se ha anunciado la muerte de David Bowie. Y de una manera paralela, hemos recorrido el camino desde su Reino Unido natal hasta la ciudad de Nueva York, que ha visto su último día.

Rumbo a Londres. Ta to pagau, Diegu.

El de hoy ha sido un día de inicio. De arranque del viaje. Y de viaje en sí. Muchas horas de avión y muchas de aeropuerto.

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zzzzzzzz

Nos despedíamos de Madrid, de España y de la Europa continental a las 5:30 de la mañana. Matteo y Susana que nos han hecho de anfitriones estos últimos días nos despedían en su portal bajo una lluvia como las que no había visto Madrid en un mes. Cabify y a la T1. Primera alegría monetaria del día: 3.50€ de importe total. Entre el descuento que tenía y que es más barato que el taxi, nuestro último trayecto fue barato, barato, hoyga. 

Llegada a la T1. Nuestra idea para este viaje es ir sólo con equipaje de mano. Pero en el último momento el «bolsito» se había convertido en una mochila grande, además de la maleta pequeña. Segunda alegría monetaria del día. Facturación gratis.

El vuelo de Norwegian se retrasa 90 minutos, después 120 minutos. Así que a dormir. Sin problema, pues en lugar de esperar 6 horas en Londres en la escala, lo único que hicimos fue esperar  en Madrid parte de ese tiempo. (y de momento pendiente pero creo que sí, tercera alegría del día, Norwegian pagará el desayuno) La sensación de ver por última vez en bastante tiempo  suelo madrileño es curiosa. Despegamos al ritmo de Formidable

La Reina casi en persona nos da la bienvenida a las islas británicas y eso que sólo vamos a estar 4 horas. Pensamos que es la primera vez que estamos en Gatwick. Buscamos un sitio para hacer tiempo y vemos un lugar con un montón de enchufes y USB´s. Parece buen sitio. 🙂 Ninguno funciona. Sin embargo, una chica nos da un cheque de su compañía aérea para comer en el aeropuerto. Otra AMD. Una pequeña vuelta más y decidimos comer. Elegimos uno de nuestro restaurantes habituales fuera de España, un Wagamama. Y somos fiel a nuestra tradición de la tarta de queso y chocolate blanco con gengibre. Descubro Qkr. La mejor comida que hemos hecho en un aeropuerto. Té gratis. (Quinta AMD) y después Cappuccino en un Pret À Manger. También de regalo por haber dejado los datos en la app del aeropuerto. (Internet gratis)

Rumbo a Nueva York, emulando a Phil Collins

Y como si de Phil Collins se tratara, cogemos ya el avión a Nueva York. (Phil Collins hizo en el Live Aid de 1985 una de las cosas que a mí, más me han flipado de cuantas he leído. Inicio el concierto de Londres, cogió un Concorde y cerró el de Nueva York)

Bueno, pues eso, que salvando las distancias, nos montamos ya en el Dreamliner de Norwegian. Realmente un avión diferente. Ventanas más grandes, USB y enchufe en cada asiento… además tenemos la suerte de que no se sienta nadie a nuestro lado y además nos dan su comida. (Séptima AMD) Un viaje realmente bueno. Conocemos en pantalla y en el ala del avión a algunas celebridades noruegas. Mad Max y Spy y llegamos a la ciudad que nunca duerme.

A la llegada a Nueva York un señor del control nos ayuda a hacer un primer papel de entrada y nos casa. «Boyfriend?. Wife and husband.»   Control de inmigración sin problemas, nuestras maletas nos esperaban y al Airtrain dirección Brooklyn. Cambio en Howard Beach al Metro (sacamos guantes y gorro) y línea A hasta el barrio donde nos quedamos.  (Con un cambio de Express a Local Train en Nostrand Av para coger la lanzadera hasta Prospect Park y un par más de paradas en la línea A) Salió bien a la primera. De casualidad 🙂

Un hola a Kristin, cantante de opera profesional, nuestra anfitriona y a dormir.

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