Bang, Bang, Battambang

Tenía que poner este título. Lo siento. Si todavía sigues leyendo, encantado. Si no, no pasa nada. Es un post corto.

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Hoy nos toca – una vez más – sesión de autobús. Hoy dejamos Nom Pen, una ciudad en la que hemos estado realmente a gusto y nos dirigimos hacia la segunda ciudad del país. No teníamos muy claro si dedicar un par de días a la ciudad, pero finalmente decidimos que sí.

Nuestro autobús sale a las 10:00 así que nos levantamos tempranillo, preparamos todo y nos ponemos en marcha. Durante nuestra estancia en la ciudad hemos descubierto el «uber de Camboya» que será el que nos llevé a la estación de Capitol Tours. Allí esperaremos un ratito y pronto al bus.

Salimos hacia el norte del país. Bordeando el río Tonle Sap (literalmente río grande) por la carretera nacional 5. Es una carretera sencilla pero que es mejor que la que había antes y cuya mejora provocó el desuso en el aeropuerto de Battambang. (También se puede navegar entre Nom Pen, Battambang y Siem Reap, gracias al río y al lago homónimo)

Las cortinas y bordados de los autobuses cada vez nos llaman menos la atención. Tenemos comida que nos sobró de ayer así  que no bajaremos en alguna de las paradas que haremos. Vamos dejando a un lado del camino el paisaje de la Camboya rural, parecido al que vimos desde la frontera con Vietnam a la capital.  Vamos leyendo y viendo el paisaje y las horas van pasando. Dice Nagore que también me dormí un poco 😉

Al llegar a Battambang, bastantes conductores nos esperan para ofrecernos llevarnos gratis al hotel y poder así ofrecernos sus servicios para el día siguiente. Es curioso. Con todos gritando y mostrándonos mapas y listados de hoteles. Finalmente nos convence Somol que fue el único que dijo en bajito «bueno, ya no te molesto más, aquí estoy si quieres que sea tu conductor»… nos lleva hacia Wendy: su tuk tuk fusión pick-up fusión. 

Pensamos que el hecho de que los autobuses te dejen tan lejos del pueblo es una especie de acuerdo para mejorar la economía de los conductores 😉 Al final Somol nos convence para un recorrido para el día siguiente (no habíamos mirado nada que hacer por la zona) Entre unas cosas y otras se me ha puesto un fuerte dolor de cabeza, así que creedlo o no, duermo desde las 17:00 a las 8:00 de la mañana del día siguiente.

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