Laneways, videojuegos y una tortilla

Hoy es nuestro último día en Melbourne, así que vamos a ver otra de las cosas que más gustan últimamente a los melbournitas. Los laneways de la ciudad. Una herencia de su pasado victoriano.

melbourne1.png

La primera tarea del día era enviar una maleta a casa. Viajamos sin pagar equipaje, así que toda la ropa de Alaska y alguna cosas más podíamos enviarla ya. Varias cosas ya fuimos dejando en la propia Anchorage, en Honolulu y en Cairns. Viajando ligero 🙂 El chico de la oficina de correos nos dijo que no se sentía cómodo aceptando la maleta como embalaje (que también lo entiendo) y que fuéramos a la oficina central de Chapel St.

Eso hicimos y nos atendió Ken, un tipo muy amable que nos dijo que símplemente la forráramos con papel de burbujas. Total que al final, compramos una caja de cartón y fuera. Los 4 kgs de la maleta (la buena que teníamos) se quedaron en Melbourne, concretamente en esta charity.

Los laneways arcades de Melbourne

Simon, holandés, vendrá a recogernos en Uber. Vamos comentando un poco sobre la vida en Melbourne y el café de la ciudad. Le explicamos lo que significa movida, cuando nos recomienda un lugar para comer justo en frente de donde vamos.

El Ian Potter Centre, es el otro edificio de la National Gallery de Victoria que visitamos al otro lado del río hace unos días. Este alberga las colecciones de artistas australianos. El museo parece el decorado de una nave espacial de los sesenta 😉 Vimos una gran exposición de Jan Senbergs entre otros y un cuadro que nos recordaba a Esperanza Aguirre. Las dos personas del cuadro nos recuerdan a ella. 

Al ver las fotos del día, nos damos cuenta que estuvimos justo al lado del ACMI, otro museo de los que conforman la oferta cultural de Federation Square. No entramos porque pensábamos que era el mismo museo. Lo vimos al final del día, de casualidad. Y menos mal. Pero luego hablamos de eso.

Justo en frente del Ian Potter Centre está Hosier Lane, el primero de los varios lanes arcades que veríamos hoy. Se trata de una enorme galería de arte urbano que, a mí me sorprendió, estaba absolutamente plagado de turistas.  

La fiebre del oro en Melbourne comenzó en 1851. Miles de personas de todo Australia llegaban a la ciudad que fue haciéndose más grande, no siempre de manera planificada. Los laneways son la herencia de estos nuevos barrios, siguiendo la tradición de tener callejas para depositar y recoger la basura de la planificación victoriana. Para 1862 la fiebre era ya menor y durante un siglo los callejones se fueron degradando. Drogas, prostitución…

En los 70 y 80 del s. XX, muchos de estos callejones y sus edificios victorianos fueron desapareciendo para hacer sitio al CBD: distrito de los negocios. Desde hace unos años se ha producido la gentrificación de la zona que se ha convertido, junto a los arcades o galerías comerciales relanzadas en una de las piezas claves de la vida urbana en la ciudad.

Muy cerquita está otro dedicado a la más mítica banda australiana, con permiso de Nick Cave.  ACDC Lane estaba mucho más tranquila, y también disfrutamos de los homenajes en las paredes. Comenzaba a llover. Bastante. Llegamos a Centre Place/Degraves Street. En Issus, con vistas al edificio Majorca, nos tomamos un flatwhite y una sopa de calabaza y dejamos pagada una para el que lo necesite. 

Paramos a comprarnos una bolsa de deporte y dejaríamos ya los moderneques laneways por los fancy arcades. Visitamos varios durante la tarde, no sin perdernos un poco y acabar volviendo a Degraves 😉 Primero al 333 de Collins St, y después al Royal Arcade, donde descubrimos el precioso imaginario del Dr Seuss.  Creo que alguna vez había leído sobre él pero en mi mente era lo mismo que el Dr Zaius, Dr Zauis…

Más tiendas molonas, visita al Myers cruzando la calle mientras en el escaparate hacían una performance y de ahí al Cathedral Arcade.  Andábamos pensando ya qué hacer, pues comenzaba a anochecer. Tuvimos ocasión de hacer una decepcionante visita a la flagship store de Telstra,  y ya fuimos caminando hasta Fed Square para coger el uber.

ACMI: ay, lo que moló

Cuando ya estábamos llamando al uber, un anuncio cambió nuestros planes. Como ya nos ha pasado otras veces. Y lo que mola. Esta vez fue una foto de Martin Scorsese. En el ACMI, el museo que nos habíamos perdido por la mañana dedica estos días una exposición al genio de Queens.

¿La parte mala? La expo de Scorsese ya no se podía visitar 🙁 ¿La buena? El museo mola mucho. Y eso que tuvimos que correr. Dedicado a las artes audiovisuales. incluye entre sus piezas consolas antiguas, una Atari 2600, una NES…, una reflexión sobre el Social Media (sí, Social Media ya en un museo 😉 Incluye una sala para jugar (cayeron un Mario Kart y un Pro) y una sala dedicada a cine australiano donde vimos una réplica del coche de MadMax y uno de los Oscar ganados por la melbournita Cate Blanchet. La primera vez que vemos uno, y eso que estuvimos donde los entregan 😉

Ahora sí, uber con un turco fan del Liverpool FC, hacia casa. Pasando por el Etihad Stadium y el Rod Laver Arena, donde se celebra el Open de Australia. Una tortilla de patata – estamos muy orgullosos – filetes de pollo y a dormir. Sí, al día siguiente nos íbamos de excursión. 😉

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *