Tras un finde mucho más gastronómico que cultural. (Bueno, la gastronomía es otra forma de cultura, pero bueno) hoy tendremos un día mucho más dedicado a alimentar nuestras neuronas que nuestros estómagos.

Hemos tomado café, y descubierto libros (y el botón de follow de Amazon) Hemos disfrutado de un montón de Arte y artistas. Hemos aprendido. Así que perfecto momento para seguir nuestro recorrido por la ciudad. La idea original era volver ya para casa, pero cambiamos de idea. Al final estaríamos todo el día por ahí. Cruzamos el río Yarra en dirección al centro de la ciudad, dejamos a un lado el Ian Potter Center, a donde volveremos más adelante en esta semana. Disfrutamos del skyline con la característica Eureka Tower, que ha sido durante algunos años el edificio residencial más alto del mundo. No subimos al Skydeck.

Entre oro, impresoras y libros

Una pequeña parada para recargar la Myki en la bella estación de Flinder´s Street y entramos a ver la catedral anglicana de la ciudad, en honor a San Pablo.

Daremos una vuelta por Swanston Street, paseando por el ayuntamiento y compraremos sushi en el mismo sitio que el día de mi cumpleaños. Ahora sí, con el estómago lleno seguiremos recorriendo la ciudad. Paseando paralelos al río nos iríamos acercando hacia el inicio de los jardines de Fitzroy donde visitaremos el Edificio del Tesoro de Melbourne. Dicen que  sus bóvedas nunca llegaron a estar llenas, pues cuando lo terminaron el oro que quedaba en la colonia no era el esperado. Hoy, las bóvedas están llenas de visuales, de una réplica de la pepita de otro más grande jamás extraída o de un conjunto de lingotes. Todavá no sabemos si eran de verdad.

Seguimos el recorrido. Visita a la catedral católica, la de San Patricio y al edificio del Parlamento del estado. 

Ya estaba oscureciendo. Paseo por chinatown donde además de los clásicos arcos y puertas, vimos una enorme tienda con una planta entera dedicado a cosas relacionadas con las impresoras 3D y de ahí a la biblioteca. Un precioso edificio por dentro y por fuera. Disfrutaríamos de la arquitectura de sus salas e incluso nos animamos a jugar unas partidas del juego que costó la vida a Sisa.

Queríamos comprar algo para cenar así que nos acercamos hasta un Target. No sabíamos entonces que la marca, en Australia, es de grandes almacenes.  Sin relación con la americana, salvo que tienen el derecho de uso de la marca. Así que esa noche cenamos unos cereales y todos tan contentos.