Hoy toca cambio de país. Cambiamos Filipinas por Corea. La verdad es que estamos ansiosos con visitar Corea. Nos apetece un poco de modernidad, un poco de cambio. No sabíamos muy bien con qué nos íbamos a encontrar, y eso siempre gusta. Aunque Corea es increíble y maravillosa. Eso ayuda.
Bye bye Filipinas
Nota. El tráfico en Manila es un cáos. Así que somos previsores y madrugamos un poco para llegar con tiempo al aeropuerto. Primero, duchita y desayuno. En el hostel desayunamos con dos chicas cebuanas, que nos cuentan que querían viajar a Corea pero que nos han podido por problemas de visado :(, así que estaban en Manila de vacaciones. Nosotros nos vamos en unas horas a Corea, esperamos no tener problemas para entrar.
En el desayunos hablan un poco de Filipinas, su sistema de educación, en donde aprenden inglés más español (lógico, aunque no era así hace 100 años). Nos hablan un poco de Cebú, y también nos hablan de una película de zombis coreana, Train to Busan.
Esperemos que nuestro viaje hasta Busan sea más agradable. Crucemos los dedos. El tráfico esa mañana estaba tranquilo, pillamos el SkyDrive de Manila para llegar antes y llegamos en nada al aeropuerto. En el taxi suena Mambo Nº5. Que suerte la nuestra.
Hicimos cola para que nos dieran nuestra tarjeta de embarque, y en menos de una hora ya estábamos en nuestra puerta de embarque. Antes de nada, terminamos de escribir las postales, se las dimos a un chico que trabajaba en el aeropuerto para que las enviara. (aún no han llegado, esperamos que lo hiciera) 🙁 y a volver a buscar la puerta de embarque (la que marcaba, no era). Tres puertas más lejos estaba nuestro avión. Menos mal.
Hi Korea
El vuelo fue tranquilo. Ya estamos tan acostumbrados a volar, que nos parecen todos iguales. Al llegar a Corea, todo perfecto. Primera parada para ver los baños. Tradición y necesidad, para que engañaros.
La entrada al país, sin incidencias. En el aeropuerto vemos a unas chicas haciéndose una foto con un ídolo de Kpop. Y llevamos 20 minutos aquí… Buscamos el metro, queremos llegar ya al hostel. Primera sorpresa, los ticket del metro son fichas. Nos encanta Corea. 🙂 El clima ayuda mucho. Es templado, por fin!!!!!
Tras leer más de uno, dos y tres veces el mapa del metro, conseguimos fijar la ruta. Destino: Haeundae. Vimos cómo un chico se quedaba dormido y se le caía el móvil al suelo. Nadie se lo robó. Es un país seguro, lo comprobamos en seguida.
El viaje en metro perfecto. Sin embargo en Haeundae nos perderemos un poco. Google se hace un poco de lío con nombres de las calles, y marca donde no es nuestro Hostel. Pero por fin lo encontramos: Hi Korea.
Teníamos un hambre atroz, así que salimos a la calle principal y nos metimos en un restaurante coreano. Primera cena en Corea: Korean BBQ. Qué felicidad. Yumiiii 🙂
Algunas fotos nocturnas y a descansar al hostel. Un gran hostel, la verdad, quizá el mejor de todo el viaje y eso que compartimos habitación. Buenas noches.