17 de julio de 1994. Baressi y Roberto Baggio – si no recuerdo mal – fallan los dos penaltis que le darán el mundial al Brasil de Romario y Bebeto. Han pasado 22 años, la hija de Bebeto es modelo y nosotros visitaremos el escenario de aquel encuentro.
Hoy tendremos un día interesante, tranquilo y divertido. Con algunas referencias futbolísticas y varias de cine y televisión. Hoy pasaremos el día en Pasadena.
Mucho más que fútbol
Unas 4 millas separan nuestra casa del Rose Bowl. Construido antes que el Bernabeu o el Camp Nou, es uno de los estadios más grandes del área de Los Angeles y es por él que yo oí hablar por primera vez de la ciudad de Pasadena en 1994. Tras el acostumbrado, delicioso y completo desayuno, nos ponemos en marcha. Además, May nos enseñó un muñequito de los que lograron afianzar el éxito de eBay en los primeros años. Damos un agradable y largo paseo hacia el estadio. Más que nada para hacer un check de infancia. De cuando comenzaba a leer el Marca 🙂
El camino mola. Casas residenciales, ningún vecino a la vista, algún jardinero. Al rato llegamos al Pasadena Pionners Bridge y bajamos ya al parque de Arroyo Seco. Jóvenes fumando marihuana, niñeras con los niños en el parque y gente practicando natación en las piscinas del Rose Bowl Aquatics. Típica estampa de un día cualquiera. Que normalmente uno no ve porque está haciendo algo en otro lugar.
May nos ha contado sobre el Rose Parade, el especactular desfile que tiene lugar el día de año nuevo justo antes del Rose Bowl, el partido de fútbol américano, y que congrega en torno a 1 millón de personas. La vista del estadio un día cualquiera como el nuestro no es tan impresionante. No se puede acercar uno demasiado. Así que me conformo con ver el mosaico elaborado para conmemorar la edición número 100 de la Rose Bowl, que tuvo lugar en 2014. Mientras un chico busca metales en un patatal de campo justo al lado del grande, nosotros esperamos el bus de ART para ir a Old Pasadena.
No viene. Así que, sin muchas ganas nos decidimos a ir andando En seguida, en Orange Grove Boulevard conseguimos otro bus, de metrobus – así usamos el pase – y ahora sí, nos vamos para el centro. A ver qué hacen Sheldon y el resto.
En Old Pasadena
Nos bajamos en el Memorial Park. Con sus mendigos, su pequeño anfiteatro – parecido al del Espolón de Logroño – y una interesante fuente que sólo hace fluir una gota cada ciertos segundos. Un recuerdo de la sequía que sufre California desde hace cuatro años y de la que nos ha hablado May.
Desde allí pasamos por la biblioteca – siempre nos gusta entrar en todas las que vemos – y nos dirigimos al ayuntamiento. Se trata de un bonito edificio terminado en 1927 que precisamente es un ejemplo del movimiento city beautiful estadounidense. En su patio se rodaron escenas (ambientadas en México 😉 de la mítica película «La Red» de Sandra Bullock. Es el edificio que aparece en la ventana del piso de Sheldon y Leonard.)
Hora de comer. Pasaremos por «Le Cordon Bleu» que vive horas bajas en EEUU y que conocemos por Master Chef. Colorado Boulevard arriba pronto llegaremos al sitio que buscamos. El Cheesecake Factory donde trabaja Penny. En la carta nos cuentan toda la historia desde su fundación. El sitio es enorme. La ensalada peor que la sopa que está peor que la tarta de queso. Ahí sí nos ganan. Penny no trabajaba ese día.
Ya con el estomágo lleno seguimos nuestro paseo por la ciudad. Hace bueno, no hay grandes distancias. Ni tampoco mucha gente por la calle. Llegamos a Central Park, lo cruzamos y seguimos caminando hasta la tienda de comics 😉 Nada que ver con la de Stewart. Parece encantada. Mientras estamos allí, varias veces se caen cosas de las estanterías sin que nadie las toque. Algunas cosas realmente guays, inhttps://es.shenyunperformingarts.org/ incluidos comics de hace muchos años, como el del año 83 de los X-Men que nos llevamos de recuerdo.
El día está siendo largo, pero decidimos que vamos a dar la última vuelta. Mola porque en lugar de volver a casa, justo nos escribirá May para quedar a cenar cerquita de donde vamos a estar en un ratito. Vemos Castle Green un preciso edificio victoriano, quizá el más antiguo de la ciudad y que, de nuevo ha servido de escenario a diferentes películas, por ejemplo recreando a La Habana para James Bond y siendo objeto de inumerables historias desde su construcción.
Nuestro plan para finalizar la tarde es dar una vuelta por el campus del Caltech – a mí me gustó mucho más Stanford – antes de ir a cenar. De camino por la calle Walnut visitamos una enorme librería y descubrimos que el espectáculo sinfónico de Shen Yun, que ya hemos visto anunciado en Nueva York, Washington DC y México está también en California.
May y Walter nos esperan en Souplantation. Llegamos un poco tarde 🙁 Es un bufet libre de ensaladas, pasta, pizza… a diferencia de otros que conozco, este sí está bueno. Mi elaboración de pipas de girasol y parmesano como topping de la pasta se merece una estrella michelin o algo 🙂
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