Hoy estaremos – una vez más – a caballo entre dos países. Pasaremos la mañana en Johor Bahru y la tarde en Singapur. Vamos a visitar por primera vez la ciudad de Johor Bahru y eso que llevamos aquí unos días.
No sé si fue el calor, que no logramos ir a los sitios guay o qué, pero el lugar no nos pareció nada del otro mundo.
Dispersensen, aquí no hay nada que ver…
Tras desayunar nos fuimos hacia la estación de Larkin. Queríamos ver si podíamos coger un bus directo al aeropuerto de Singapur dentro de unos días. (Sí, pudimos, pero no en la dársena que pensábamos, pero eso sería días después)
Lo más impresionante de la ciudad para mí es el edificio de aduanas, la estación central y los dos centros comerciales anexos (anexos pero lejos, es mastodóntico el complejo en sí) Sí, el hecho de que eso sea lo más interesante no habla muy bien de la ciudad, que según parece se ha convertido en una ciudad dormitorio de Singapur. (Bueno lo más turístico realmente de la ciudad es Legoland Malasia, pero no fuimos) A donde sí nos acercamos fue al Angry Birds Acitvity Park. No entramos, pero me impresionó el fenómenos cultural que ¿son?¿fueron?
Tras cruzar todos los edificios comerciales nos fuimos a buscar el palacio del sultán. Estaba cerrado así que nos dijimos que era buen momento para irnos a Singapur 😉 Antes paramos a comer en la pequeña chinatown de la ciudad. El lugar elegido fue It Roo Café. Según dicen las mejores chuletas de la ciudad (…) No comimos mal, pero el servicio fue entre regular y malo y además tras traernos la cuenta la cambiaron y añadieron unos cacahuetes que nos habían sacado sin pedirlos. (Parece que no somos los únicos en quejarnos, y eso que normalmente a mí me parece todo bien) Me enfadé bastante, pero bueno así tengo una historieta para contar sobre cuando decimos esto son peanuts.
A Singapur a pasar la tarde
Pues lo dicho, cambio de país y ya estábamos en Singapur. El plan, que cumplimos, era ir a ver atardecer a los Gardens by the Bay, un jardín botánico/parque/parque temático justo detrás del Marina Bay Sands.
De nuevo pasamos por un centro comercial de camino. Este moló más porque vimos una cafetería inspirada en dibujos animados de Mr. Bean ?WTF¿ (de hecho veríamos esos dibujos en la tele en Railay Beach unas semanas después…) Ah! y llegamos justo tarde a una exhibición de Robi 🙁
Ahora ya sí. Pronto llegamos a los jardines. Pero antes una sesión de fotos con el emblemático hotel y el museo de fondo Si no deseas entrar a los recintos botánicos – cuya arquitectura nos recordó a la Ciudad de las Artes y Las Ciencias en Valencia – es gratis pasear por allí. Hay muchas cosas para hacer. La de los chorros de agua sólo es para niños, me quedé con las ganas…
Mientras paseábamos aprendimos cómo han construido los jardines verticales que recogen agua de lluvia y la calientan sin consumir energía, creando temperatura meditérranea. Poco a poco fue atardeciendo y nos sentamos junto al Supertree Grove, la parte central del parque.
Estuvimos un buen rato hasta que era completamente de noche (cerca del Ecuador esto sucede muy rápido) y cuando ya nos levantamos -literalmente – para irnos, comenzó un espectáculo de luces y música disco con los jardines verticales como pantallas de leds. Podría pensarse que es una horterada, pero no lo fue. Fue realmente guay. Estilo parque de Disney 😉
El día la tarde estaba molando y todavía queríamos ver el hotel del amigo Adelson. Diseñado por un conjunto variado de arquitectos, la obra conjunta costó 8.000 millones de dólares. Desde los jardines se tiene acceso directo al hotel (bueno hay que cruzar el hall a la altura de un sexto piso y luego bajar) y nos dimos un paseo por el lugar.
Finalmente no entramos ni a la mítica piscina, ni al no menos famoso casino, a este a punto estuvimos (si no lo entendimos mal, los extranjeros no tienen que pagar entrada pero los singapurenses, sí) Todavía teníamos que cambiar de nuevo de país y el último bus es sobre las 23:30 así que nos pusimos en marcha de vuelta a Johor. Creo que esta vez sólo nos llevó unos 90 minutos. Incluida la charleta con un amiguete que nos echamos esperando en la estación central, ya en Johor. Un KFC (ominpresentes por estos países) y a dormir.
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