Sábado en el mercado

Hoy tendremos un gran día. Nos vamos de excursión con Sophie y Eugene. 🙂 Disfrutaremos de la vida de finde en South Melbourne.

south-melbourne-market.png

Para desayunar, Eugene, barista profesional :-), nos prepara un riquísimo café. Nos explica cómo se usa una Aeropress. Una evolución de la french press (cafetera de émbolo de toda la vida) que usábamos en Nueva York en enero. Sophie nos explicará por primera vez lo que es un flatwhite. Parecido a un relaxing cup of café con leche. Será nuestro café de ahora en adelante. Mucho mejor que el latte. 🙂  Disfrutamos del desayuno y nos preparamos para ir a comer y a visitar el mercado.

South Melbourne Market

Tomamos un tranvía hasta St. Kilda Rd, y haremos el ratito que queda andando.  El barrio también mola por esta zona, aunque técnicamente es otro: City of Port Phillip. Fuimos dando un paseo y llegamos al mercado. Es un mercado muy bonito que mezcla las tiendas con las áreas para comer. Cuando llegamos, están haciendo una paella que sí, tiene muy buena pinta.

Damos una vuelta por el mercado, entre el gentío, los músicos y los olores. Vemos una tienda de comida natural para perros. Algo que me sorprende mucho en primer momento, pero menos si pienso que quizá la disponibilidad de animales enteros en supermercado por aquí no es una cosa muy habitual. En seguida damos con estos y conocemos a Antoine y Jessica, dos franceses amigos suyos afincados en Melbourne. Nos damos un festival de quesos acompañados, por primera vez en tiempo, de buen pan.

Disfrutamos de la comida y la conversación.  Con café después de comer 🙂 Damos otra vuelta por el mercado y nos vamos ya para casa caminando paseando hasta el tranvía. Veremos otro yarn bombing, que ya se empieza convertir en algo habitual para nosotros en Australia.

Nuestra idea es echar una siesta, pero finalmente no nos dormimos. Estamos en casa escribiendo un rato. A la hora de cenar, damos cuenta del salmón que nos quedaba y mientras decidimos qué ver, Nagore me sorprende con un guapísimo documental sobre la historia de Atari, sobre la que justo había estado leyendo unos días antes durante nuestra ruta en furgo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *