Otro día casero 🙂 Como varios de los que pasamos en Cebú. Y la verdad es que encantados. Suponemos que Cebú será una isla preciosa, pero nosotros estamos muy bien en nuestro pisito 🙂
- ¿Qué hicistéis por la mañana? En casa. Disfrutando de la fruta 😉 que hemos comprado estos días y pasando el rato.
- ¿y comer? Pues mira, ahí sí que salimos de casa 🙂 No fuimos muy lejos. Vimos que tenían el premio al mejor postre de la ciudad y, pues oye, a por ello. Nagore tomó unos sandwich y yo kinamatisang kawali: un plato de guisado de lechon (se usa la palabra castellana en tagalo) con tomate, que no me entusiasmó, pero que no estaba mal.
- Pero, a ver, ¿el premio no era a los postres? Sí, a su red velvet. Una generosa ración por 80 pesos. Ya han pasado unos años desde que descubrimos esta tarta – que lleva remolacha – en nuestro primer viaje a Nueva York y sigue siendo bastante rica 🙂
- Muy bien. ¿No hay fotos de paisajes o algo en este post? Nop. ¿Si quieres una del 7Eleven al que fuimos a comprar agua? ¿Sabías que hemos vuelto a ver 7Eleven – omnipresentes en Malasia y Tailandia – tras no verlos en Camboya y Vietnam?
- Mola foto del rayo… Sí 🙂 Al final de la tarde – que pasamos escribiendo – se puso a llover un montón en la lejanía. Sólo tuvimos que hacer 8000 fotos para lograr esa 🙂 Fue un rato muy a gusto.
- ¿y esa foto de la piña? Nada, que al preparar la cena, un apaño de calabaza y piña que no triunfó, nos pusimos a tomarnos una San Miguel, que es una cerveza filipina, no española 😉
- ¿y hubo peli? Sí! Tras comprar heno para Clarkito nos pusimos a ver una peli, como en todos nuestros días en Cebú: Filmistan, una obra india muy divertida.
- Buenas noches! A descansar. ¡Hasta el próximo post!