Hoy vamos a descubrir una de las partes más rurales y tradicionales de Bali: Ubud. Eso nos cuentan en nuestro hotelito, y nosotros estamos ansiosos por descubrirlo. Aunque también nos olemos que será de las más zonas más turísticas, y no, no nos equivocamos.
Dormiremos en Ubud está noche, así que hacemos una mochila con una muda y cuatro cosas más, y pedimos un uber para que nos lleve al nuevo hotel. Está vez viajamos con Hary, un lugareño muy simpático, que se ofreció a recogernos al día siguiente, aunque debimos apuntar mal su número de teléfono porque no conseguimos dar con él. 🙁
De paseo
El tráfico en Bali, es por lo general, un caos. Así que tardamos un ratín hasta Ubud. El paseo fue agradable. Pudimos ver un poco más del estilo de vida balinés. El hotel era una maravilla, tenía una piscina «infinita» 😉 en medio de la vegetación, y justo al lado del río. Eso sí, había que bajar unas escaleras, muy empinadas, que daban bastante vértigo.
Una cosa que nos enamora del hotel, es que como casi todas las casas de esta zona, cuenta con su espacio de rezo, y templos, para que los vecinos puedan ir a dejar sus ofrendas. Preciosos, la verdad. Ahora sí, salimos del hotel y nos disponemos a descubrir las excelencias de Ubud.
Primera parada: Monkey Forest. Antes en el camino, los niños y lugareños nos saludan con una gran sonrisa, pasamos por una farmacia, vemos como venden juegos piratas en un puesto como si nada, en definitiva, vemos mucha vida en las calles de Ubud.
Monkey Forest
El Santuario Sagrado del Bosque de lo Monos es uno de los lugares más famosos de la isla, y sin duda, uno de los más visitados por los turistas. Yo no soy una gran fan de los monos, porque no son animales muy amigables, sin embargo este lugar me gustó muchísimo.
Los monos están andando por el parque a sus anchas y si no les molestas o das comida, ni se acercan, están a su rollo. El objetivo del parque es conservar la fauna y flora del lugar, así como la tradición y cultura balinesa, basándose eso sí, en la filosofía Tri Hita Karana.
Tri Hita Karana.
Es una corriente filosófica, centrada en tres conceptos:
1. «Tri» que significa tres
2. «Hita» que significa felicidad
3. «Karana» que significa manera o modo
«Tres maneras de lograr bienestar físico y espiritual»
Templos sagrados
El lugar, además de los monos y la naturaleza, cuenta con templos que datan del siglo XIV. Pura Dalem Agung es el templo principal y rinde culto al Dios Shiva «El Transformador». El templo no se puede visitar, pero desde fuera se puede contemplar su gran belleza e historia.
El lugar sagrado cuenta además con dos pequeños templos, Pura Beji, dedicado a la Diosa Gangga, situado junto a una cascada y Pura Prajapati, un lugar de culto al Dios Prajapati. El primer templo se utiliza para realizar la ceremonia de purificación Piodalan.
Junto al templo Prajapati, se encuentra el cementerio. El camposanto se utiliza de manera temporal mientras se espera a la misa de cremación que se realiza cada 5 años.
Mono Balinés
El Macaca fascicularis, o más conocido como Mono Balinés de cola larga es el rey en este bosque mágico. Aquí viven más de 600 monos, eso sí divididos en 5 grupos, con 100- 120 monos en cada grupo. Las peleas entre los diferentes clanes es algo muy común, y cuando se enzarzan entre ellos, da un poco de miedo. Si ves una pelea, aléjate. Por tu seguridad.
Nosotros no tuvimos problemas con ellos, de hecho mientras descansábamos, un monito se posó encima de nosotros, más mono. 😉
«Recomendaciones a los visitantes
Por su seguridad, lea y siga las instrucciones visibles en el área del Bosque de los Monos.
Si posee bolsas de plástico o papel, o botellas de plástico, se recomienda depositarlas en el mostrador del tickets de la entrada.
En general, los monos no se acercan a las personas si estas no traen bananas o cualquier otro tipo de comida.
Si desea interactuar o alimentar a los primates, hágalo con cuidado.
Si usted ofrece bananas o comida a los monos y estos se acercan a recibirlas, no intente agarrarlos.
Para garantizar un buen estado de salud de monos, se ruega no alimentarlos con cacahuetes / maní, galletas, pan o cualquier otro aperitivo humano.»
Anuncio en el propio templo.
Una cosa que nos sorprendió fue que estaba prohibido tirar comida orgánica a las papeleras. Los monos se pondrían finos si los visitantes dejarán todos sus deshechos allí. Yumii. 😉
Hindú y paseo por la zona guay de Ubud 😉
Dejamos a los monitos atrás y nos fuimos a comer. Encontramos un hindú, un poco caro pero muy rico. A Pedro le gustó más que a mí, pero tenían aire acondicionado y con eso yo ya estaba feliz. 🙂
Seguimos el paseo por Jalan Raya Wenara Wana, una de las calles más turísticas de Ubud y de Bali. Se notaba sobre todo en los precios, mucho más elevados que en el resto de la isla. Estuvimos salseando por las tiendas, galerías de arte y librerías. Llegamos al palacio de Ubud: Balai Banjar Ubud Kelod, una zona de templos donde ofrecían un espectáculo esa misma noche.
Para terminar el día nos dimos un bañito en la piscina del hotel. Muy a gustito, relax total. En la piscina había otras dos parejas españolas, somos una plaga. 🙂 De allí a dormir. Buenas Noches.
One thought on “Mono bueno, no me mates”