Hoy pasearemos por la parte más urbana de Kioto y por la tarde emprenderemos el camino rumbo a Hakone para ver el monte Fuji.
Mercado Nishiki: la cocina de Kioto
Nos despertamos temprano, como casi todos los días en Japón. Nos duchamos y subimos a la azotea del hostel para despedirnos y bajamos a por nuestro desayuno europeo. La experiencia con el desayuno en Koyasan fue tan regular, que ahora mismo vamos a lo seguro. Ya con el estómago lleno y con la felicidad que dan las posibilidades de un día de vacaciones tras desayunar, nos dirigimos al conocido mercado Nishiki, que no está lejos de donde nos encontramos. Por el camino, nos seguiremos encontrando referencias a AKB48, el grupo idol, omnipresente en las calles durante el tiempo que pasamos allí.
El Mercado Nishiki, conocido como «la cocina de Kioto», es un vibrante pasaje cubierto que se extiende por cinco manzanas en el corazón de la ciudad. Este mercado centenario es un paraíso para los amantes de la gastronomía, donde más de cien puestos y tiendas ofrecen una amplia gama de productos frescos, desde pescados y mariscos hasta encurtidos, dulces tradicionales y especias. Los aromas embriagadores y los colores vivos de las mercancías invitan a sumergirse en una experiencia sensorial única, mientras que los vendedores, muchos de ellos herederos de negocios familiares con generaciones de historia, comparten con orgullo su conocimiento y pasión por la cocina japonesa. Un paseo por el Mercado Nishiki es más que una simple visita; es una inmersión en la cultura culinaria de Kioto y una oportunidad para descubrir los sabores auténticos de Japón.
Rumbo a Hakone
Poco después, enfilaremos ya de vuelta al hostel a por nuestras cosas (cuesta creer que llevamos más peso para 14 días que años después para un año de vuelta al mundo) y rumbo a Hakone. Por el camino, vimos una gran publicidad de Xavi y recuerdo pensar sobre que las selecciones y jugadores se habían convertido en marcas globales.
Durante todo el tiempo que estuvimos en Japón (finales de agosto y principios de septiembre) hizo mucho calor, así que estábamos continuamente comprando bebidas en las máquinas expendadoras de bebidas. Un absoluto elemento clásico en Japón. Recuerdo que me hizo gracia el Aquarius en versión japonesa (es una bebida que mi madre solía beber mucho) y que muchos años después trabajando para Coca-Cola, me dijeron que España y Japón son de los pocos mercados en los que está.
Un balneario de recuerdo extraño
Así que ya nos hemos despedido por segunda vez de Kioto. El viaje a Hakone es breve. Desde la estación, un bus hasta nuestro hostel llamado Pension Hakone, abierto en 1959 y reformado y cambiado de nombre en 2023 que forma parte del complejo de ocio, spa, vinoterapia y centro comercial llamado Yunessun.
Recuerdo todo el lugar como con cierta decadencia. Comimos algo que habíamos comprado y nos pusimos a dar una vuelta por las instalaciones. La piscina principal interior estaba cerrada. Aunque un curioso cartel llamó nuestra atención, prohibiendo el baño a personas con tatuajes. Una forma de evitar el acceso de la yakuza.
Yunessun en Hakone es un parque acuático termal único que combina la tradición japonesa de los onsen con una experiencia lúdica y familiar. Aquí, los visitantes pueden relajarse en baños temáticos como piscinas de vino tinto, café y té verde, o disfrutar de toboganes y jacuzzis al aire libre, rodeados por las impresionantes montañas de Hakone. Perfecto para quienes buscan una mezcla de diversión y relajación en un entorno natural incomparable. A nosotros no nos gustó demasiado.
Puesto que todo parecía cerrado, fuimos andando a buscar un sitio para cenar o para comprar cena. Poco después comenzaría a diluviar y andábamos algo perdidos. Suerte que encontramos wifi gratis para poder encontrar la ruta a casa. En un 7Eleven (otro clásico japonés, los combinis) compramos algo de cena y un paraguas (es casi una tradición comprar paraguas en nuestros viajes. Si llueve, claro) que hoy en día seguimos teniendo.