Tras el intenso día de ayer, nuestro plan para hoy será estar tranquilos por casa. Lavandería, escribir… ese plan.
Tenemos una lavandería automática justo al lado de casa (creemos que este barrio se ha creado en torno al tráfico de gente y trabajadores hacia Singapur; sólo hay lavanderías, hoteles y bares) ¿Qué es lo que no tenemos? Jabón. La máquina no acepta nuestras monedas, así que me voy a buscar una tienda a la estación.
Media hora estuve dando vueltas por ella, incluso recorrí un mercado que está dentro. Pero nada. Finalmente lo logré justo en la primera tienda viniendo desde nuestro hostel, que me había saltado. Al volver vimos además que justo al otro lado del hostel había un super. Pero….
Así que nada. Lavar, secar y listo. Y listos para comer además. Justo enfrente teníamos un restaurante popular y no nos lo pensamos mucho más. De hecho todavía nos lo pensamos menos porque sólo les quedaba soto y rebus.
Por la tarde estuvimos en el hostel. Escribiendo, corrigiendo trabajos de mis clases y mirando por las ventanas ficticias de nuestra habitación de pladur. 🙂