El plan de hoy, nuestro segundo día en Suecia, es conocer Estocolmo y embarcar en el fucking & drinking boat por la noche.
Como en todos estos posts de Suecia, escritos en Cebú en 2016, once años después, intento reconstruir los recuerdos a partir de las fotos. Lo que es muy divertido, pero no muy exacto. Por ejemplo, en algún momento entre el día anterior y este, Rut llegó a Linköping, pero no recuerdo cuándo 🙂
Gamla Stan
Por la mañana ponemos rumbo a Estocolmo. Al llegar comenzamos a descubrir la parte vieja de la ciudad: Gamla Stan. Cuando mucho tiempo después Psy apareció en nuestros youtubes el nombre me resultaba ya familiar 😉 Estuvimos recorriendo las calles, cruzando los numerosos puentes que separan algunos de los islotes de la ciudad, por ejemplo, desde la propia estación a la isla de Helgeandsholmen donde está el Parlamento que dejamos a un lado de nuestro camino.
Visitamos la plaza de armas del palacio real, donde vimos la ceremonia del cambio de guardia y posteriormente fuimos a visitar la catedral de San Nicolás. Poco a poco se iría haciendo hora de comer así que elegimos algún sitio para comer. No recuerdo nada de la comida, pero sí que el importe era algo como 699 coronas. Estuvimos decidiendo si dejarla de propina y Fer comentó «Nos ha faltado tirársela al suelo para que se tenga que agachar» Recuerdo que me hizo muchísima gracias. (Lo que por cierto, habla de lo interesante qué es el cómo el cerebro guarda recuerdos)
El otro punto que recuerdo bastante bien es que – creo que a la salida – un chico cubano nos saludo y nos contó que era músico y vivía allí. En mi mente está la sorpresa que me causó, pensar que de Cuba se pudiera/quisiera emigrar a un sitio tan lejano como Suecia. No sabía mucho de muchas cosas entonces (ni ahora tampoco, claro) ni en particular del enfoque de la inmigración en Suecia sobre el que he leído bastante en años posteriores.
Tarde por Estocolmo
Después de comer fuimos a la estación a recoger a Björk y Alexander que se unían a nosotros en el ferry. Desde entonces fueron ellos los que nos fueron guiando por la ciudad. Fuimos al Dramaten, el palacio real de Teatro y al Museo de la Armada. Creo que en ese orden. No entramos en ninguno de los dos, pero en el segundo estuvimos tontuneando con los cañones 🙂
Según la información de los EXIF de las fotos fue después cuando visitamos el elevador Katarina. Aunque si hemos de hacer caso a desde dónde salía el ferry de Silja Line, no tiene mucho sentido y entonces habríamos ido aquí antes. Quizá simplemente el ferry ha cambiado de muelle en 11 años o… qué sé yo.
El caso es que subimos al gondolen mediante el katarinahissen. Se trata de un elevador construido en 1881 para servir al uso de las esclusas del puerto. En lo alto, un mirador, te proporciona algunas de las mejores vistas de la ciudad.
Ya se iba poniendo el sol – es un decir – y nos encaminamos al muelle. El ferry que nosotros escogimos no te lleva a ninguna ciudad en concreto. Pasa la noche en ¿alta? mar, excusa para que la gente compre alcohol más barato, juege al póker (había clases y torneos, en unos años en los que en España no era nada común) y se divierta con los amigos. Nosotros salimos a ver el desatraque del muelle y poco más de la noche he de contar en este post 🙂