Nos levantamos descansados. El alojamiento en el que nos estamos quedando es muy agradable. (30.000 Ariari, unos 8€ la habitación) Ayer incluso tuve tiempo de jugar al pingpong con un chaval malgache y también de disfrutar un rato del karaoke que organizaron 🙂
Hoy tendremos otro de esos días de muchísimas horas de carretera y taxi-brousse. Lo terminaremos con la noticia de que Madagascar se proclama campeona del mundial de petanca, que se ha estado celebrando en Antanarivo.
A las 9:30 estamos ya en la estación de taxi brousses, según lo previsto. Saldrá a las 13:30. Creo que esta será la última vez que no escojamos los asientos. Desde hoy, siempre iremos en el asiento al lado del conductor. Es algo más caro, pero nos ahorraremos el ir apretados durante tantísimas horas. A la hora de comprar los asientos, un cuaderno con un esquema de de los asientos sirve perfectamente para que el conductor tenga claro donde iremos. 🙂 Sobre las 14:30 haremos una primera parada en Ambalavao para comer unas buenas pochas 🙂 Nagore se despedirá diciendo salama (hola) lo que produjo las risas y alegría de todos los presentes.
Llegaremos ya por la noche, tras un bello atardecer con los árboles en sombra sobre el cielo. Nos costará 13.000 Ariari por cabeza. Durante el trayecto nos parará tres veces la policía en quince minutos, algo que será frecuente durante nuestros viajes por la isla.
Ranohira es un pequeño pueblo a la entrada del parque nacional de Isalo. Dormiremos en un bello hotel con cabañas, (11€ la noche) regentado por un holandés
Joder, me hacéis recordar una época de mi vida que hacía estos viajes cada año. Me he envejecido, me temo. Qué gozoso todo. Abrazo grande.
Don Gonzalo! Qué alegría leerte. Es crónica vieja, con fecha actual por error. 😉 Pero escribo esto desde La Palma. Es lo que me da la vida.
Pues mira qué bonita casualidad. La Palma es gozosa al igual: algún día iré :D. Siempre es un placer la conversa con su merced.