Antsirabe, la ciudad del Pousse Pousse

Hoy toca un día de los que nos gustan a nosotros. Turistear de aquí para allá, sin un rumbo ni plan fijo, pero disfrutando de las pequeñas cosas que vamos descubriendo por Madagascar.

Nos levantamos y nos dirigimos a nuestro siguiente hogar, Chez Billy. Ahora sí que teníamos una habitación para nosotros. Desayunamos tranquilamente, y aprovechamos para organizar un poco nuestros próximos pasos, con la ayuda del wifi, que nos es tan sencillo de encontrar en Mada.

Es cierto que Madagascar es otro mundo, muy diferente a todo lo que hemos descubierto en este viaje. Sus calle y costumbres nos tienen hipnotizados. Damos una vuelta por el mercado, recorremos sus calle y nos encontramos con todo tipo de tiendas, se palpa en el ambiente que Antsirabe es una ciudad con todo lo necesario para vivir. En la farmacia pudimos comprar pastillas para el mareo, por si las moscas, ya que las carreteras no son muy buenas.

El mercado Sabitsy estaba hasta arriba de gente. En él se podrían comprar todo tipo de alimentos. Ver las carnes allí colgadas de los puestos de venta, aún me sorprende, pero bueno, así sabes si la mercancía es fresca-fresca.

Después de deambular por la ciudad un buen rato, hacemos una parada en la catedral de Antsirabe, La Salette, (Notre-Dame-de-la-Salette) la tercera catedral más grande en Madagascar. Quizá no sea tan impresionante como la Catedral de Notre Dame de París, pero es tiene un encanto especial con sus arcos pintados de azul.

Caminando, caminando nos encontramos con la mezquita de Antsirabe. Está mezquita se construyó en 1930 y es casi tan antigua como la Catedral de Antsirabe (construida en 1908). Es una mezquita muy bien conservada y cuidada. De hecho tan solo 7 días antes de nuestra visita, la mezquita tuvo una visita real. El mismísimo rey de Marruecos, Mohammed VI visitó el templo para rebautizarlo con el nombre de su abuelo el Rey Mohammed V. Ésta no era la primera ocasión que miembros de la realeza marroquí visitan la mezquita. El difunto Rey Mohammed V, visitó el templo que ahora lleva su hombre en su anterior visita a Madagascar, en el tiempo que estuvo exiliado.

Queremos seguir con nuestra tradición de comprar una copia de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry en diferentes idiomas y en malagache nos parece indispensable. 🙂 Entramos en una librería-papelería y voilá, lo encontramos. Es una edición gigante, con el libro en francés y en malgache. Estamos muy contentos, además le regalan a Pedro un cómic de Lucky Luke, ya hemos hecho el día.

En la plaza de la ciudad, había unas cuantas atracciones para los más pequeños, pero bueno, también nos montamos nosotros en una especie de rueda gigante que se podía conducir. A Pedro le gusto más que a mí, pero fue una experiencia muy divertida la verdad.

Llevamos muchos meses fuera de casa, y siempre vamos buscando en los diferentes supermercados algo que nos resulte familiar y cercano. En Madagascar, con tanto influencia francesa es fácil encontrar gastronomía europea. Por ejemplo en las carnicerías puedes comprar un montón de patés y embutidos.

Antsirabe es una ciudad con mucha vida y movimiento. Los pousse pousse están por todas partes, dando un toque de color y alegría allá donde mires.

El clima de Antsirabe es tropical de altura, por la latitud en la que se localiza la ciudad y su altura sobre el nivel del mar. Se caracteriza por tener una temperatura anual media inferior a los 20 °C.

Hoy ha sido una día de esos que no paramos ni un minuto, recorriendo la ciudad de Antsirabe  de arriba a abajo. Pero ya se acerca la noche y nos apetece hacer algo típico de turistas. Vamos a cenar en un restaurante que nos han recomendado, el Le Pousse Pousee, un restaurante decorado con este medio de transporte. Estuvimos muy a gusto, todo rico rico y para toda la familia.

Después del atracón toca volver a Chez Billy a descansar. Buenas noches.

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