Escribo la crónica de los días que pasamos en Suecia, en mi primer viaje a este bello país, más de 11 años después de haberlo vivido. La fecha del post sirve para ilustrar cuando estuvimos allí – sigo esa convención con todos los posts – pero escribo esto desde Bali en junio de 2016. Tengo menos pelo en la cabeza y más en la cara. 🙂
Estuvimos, si la memoria y las herramientas no me fallan más de un día de camino. Salimos de Gandia en tren a Valencia el día 4 de abril por la tarde. De ahí en un Euromed a Barcelona y a Girona a coger el Girona-Luton. Eran los tiempos de los vuelos de Ryanair a 15€. Llegaríamos a Västerås en la mañana del 6. Creo.
Tras un montón de horas de escala en el aeropuerto de Luton, en las que recuerdo montar una especie de campamentillo con la ropa y las maletas para dormir mejor. Era, a su vez, la primera vez que estaba en Reino Unido y recuerdo salir con Ana al parking a «pisar» el país. De Luton a Västerås fue también la primera vez que tomé un vuelo que no despegaba o llegaba a España. Recuerdo sentirme ciudadano de mundo… 😉
Cuando llegamos a Suecia a Daniel Ek le quedaba justo un año para lanzar Spotify, Sergio y Alberto estaban en plena Erasmus y Mario era la primera vez que salía de España. Carrerón que lleva desde entonces.
Guardo un enorme y precioso recuerdo de aquellos días en el sur del país escandinavo, al que le tengo especial cariño desde entonces. Mucho antes de que me comprara por primera vez algo en un Ikea o de que me comenzara a entusiasmar la novela de Stieg Larsson o Henning Mankell.