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Recorriendo Antananarivo: palacios y mercados

Hoy, tras algunos días en la ciudad, saldremos a recorrer el centro de Antananarivo. Por fin es viernes y Raquel tiene jornada intensiva. Así que dedicaremos la mañana a caminar tranquilamente y por la tarde descubriremos algunos rincones de la ciudad de la mano de nuestra malgache favorita.

Intentando deshacernos de las rupias

Los lectores asiduos de Nyumbani, recordaréis que tuvimos algunos problemas con la desmonetización de las rupias en la India. Cuando por fin logramos nuevas, sacamos más de la cuenta y llevamos desde entonces intentando cambiarlas. Así que desayunito y al centro. Nos vamos de bancos por Antananarivo. 

Si no recuerdo mal, fuimos hasta la gasolinera Jovenna de cerca de casa y allí negociamos con un taxista para que nos llevara al centro. Una vez allí anduvimos recorriendo tres o cuatro bancos pero nadie quería nuestras rupias indias o seychellesenses. De Mauricio sí nos compraban o vendían pero eso no nos interesaba hasta el final del viaje.

Estuvimos recorriendo las calles y viendo un poco esta zona céntrica de la ciudad. Estos nos habían comentado que no es del todo segura así que anduvimos un poco atentos, pero no nos pasó nada extraño. Habíamos quedado con Raquel en el hotel Sakamanga. Un bonito hotel completamente ajeno a las posibilidades del malgache medio. Vendremos en alguna ocasión más estos días. Disfrutamos de la tranquilidad, la cerveza y la compañía de un águila coja o similar que era un distinguido huésped del hotel.

A diferencia de lo que  pudiera parecer más probable, los primeros pobladores de Madagascar no llegaron del continente africano (lo que hoy en día es Mozambique se encuentra a entre 500 y 1000 kilómetros de la isla roja, unos valientes cruzaron el mar a nado) sino que, hace unos 1000 años, recorrieron los 6000 kilómetros que separan a Madagascar del archipiélago malayo trayendo además de sus costumbres y lengua, sus frutas y plantas.

El Sakamanga además de hotel es una especie de museo etnográfico de la vida malgache. En sus pasillos pudimos ver juguetes de niños, utensilios agrarios o una muestra del centenario arte malgache.

Visita el mercado Analakely

En estas reflexiones estábamos cuando llegó Raquel. Dejamos el hotel y nos dirigimos a comer a un lugar cercano más frecuentado por lugareños. (No recuerdo el nombre, Raquel, cuando leas esto, coméntalo! 😉 Lo que sí recuerdo es que estuvimos apretados pero disfrutando como unos campeones.

Después de comer y tras recorrer la zona viendo algunos de los edificios más importante de la ciudad: palacio presidencial, algunos ministerios y hacer un nuevo intento – sin éxito – de cambiar las rupias en la Societé Generale, nos dirigimos al mercado de Analakely. Un lugar de intercambio y de actividad para los residentes de la ciudad que también gusta por igual a los viajeros.

El mercado es inmenso, descendiendo por una enorme escalinata. Es un recuerdo de lo que fue el zoma, el mercado más grande del mundo. Creado por decreto real a finales del s. XVIII se celebraba los viernes. En 1997 fue clausurado por insalubridad. Paseamos entre los puestos de frutas, de cosas para el hogar y de otros muchos utensilios. Íbamos en dirección a…

La Rova de Antananarivo

Quizá uno de los dos edificios más característicos de la ciudad. El rova es un recinto palaciego que ocupa el punto más alto de Analamanga, la colina más alta de Antananarivo. Fue la residencia de los reyes del antiguo reino de Merina durante los s. XVII y XVII y ya de los reyes de Madagascar en el s. XIX. A lo largo de los siglos fue variando en estilos y en número de edificios. El edificio más característico actualmente es el Manjakamiadana, también conocido como el Palacio de la Reina en honor de la reina Ranavalona I.

Nuestro guía, Elia, nos fue descubriendo en inglés algunos de los aspectos del lugar que fue construido originalmente en madera. La hija de Ranavalona, sí, también Ranavalona la segunda de su nombre, le encargó a James Cameron que venía de rodar Avatar que era un artesano escocés de la Sociedad Misionera de Londres que lo cubriera de piedra.

En la noche del 6 de noviembre de 1995, pocos días antes de la que hubiera sido su inscripción en el listado de Patrimonio de la Unesco, el palacio ardió casi por completo. Elia nos contó su versión de los hechos que tiene que ver con políticos corruptos y fondos gubernamentales. El palacio, con varios años de retraso sigue sus obras de restauración y no se puede visitar por dentro. Lo que sí visitamos fue la iglesia del recinto y una casa tradicional en la que había que entrar y salir con el pie derecho.

Pasamos un rato disfrutando de las vistas sobre el lago y toda la ciudad y poco después tomamos un taxi que nos llevó a casa. Pasaríamos por delante del Palacio de Andafiavaratra – el otro edificio principal de la ciudad. pero no nos detuvimos. Era viernes noche en Tana…

Antananarivo me lo confirmó…

Pues sí, hoy, por primera vez en meses, tendremos plan de viernes noche. Hemos quedado con dos amigas de Adrien y Raquel: Julia y Natalia. Ambas son de Barcelona y trabajan en Yamuna en proyectos de educación.

Unos pastis para abrir boca y una impresionante cena estilo rodizio en Le Carnivore. Disfrutamos de la comida, de la compañía y del ambiente.  Tras la cena, fuimos a tomar una copa a un local cercano. En el trayecto, diferentes jóvenes y niños se acercaban a pedir algo de dinero, algo que sería frecuente para nosotros en las ciudades malgaches, no así en los pueblos.

Una vez dentro,  los locales y los expatriados se mezclaban y el Papichulo y La Gozadera  nos recordaban una vez más que vivimos en un mundo más globalizado de lo que creemos a veces. Demasiadas emociones para un día. Un segundo garito en el que hacía mucho calor y una gran ocasión para volver ya a casa 😉

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