Hoy pasaremos un nuevo día en nuestro alojamiento en Ranohira. Yo ando pachucho. Veremos El Gran Lebowsky (no Madagascar, realmente 😉 Desayuno, escribir, comida, ver peli, cena.
Lo más interesante del día, que siempre recordamos, es que al volver de cenar, puesto que habíamos dejado abierta la venta de la habitación, nos encontramos una verdadera jungla dentro de la habitación. Yo me metí debajo de la mosquitera y Nagore fue sacando a los insectos poco a poco, incluída una rana/sapo usando la papelera, que fue el único caso en el que intenté ayudar, solo para darle un golpe en la mano y asustarle. A Nagore. Al sapo no.