Hoy toca recorrer un poco la ciudad de Kandy. Es una ciudad con mucha historia, además de ser el alma y el corazón del budismo en Sri Lanka. A ella viajan miles de peregrinos cada día para visitar el templo del diente de Buda. Lugar sagrado para todos los budistas.
Dulce Kandy 😉
Nuestra mañana será de recados. Organizar un viaje como este, cuesta su tiempo, ya que no puedes comprar todos los desplazamientos por internet. Así que, después de la ducha y el súper desayuno en la terraza del hostel, nos pusimos en marcha hacia la estación de trenes.
Cambiamos nuestra ruta habitual y nos metimos por una calle paralela. Aunque hacía calor, pudimos disfrutar del paseo, ya que era una calle llena de tiendas, iglesias y puestos. Antes de llegar a la estación, pasamos por la oficina de correos. Compramos sellos y a la estación de trenes. Como nota para los viajeros, deciros que la estación de tren y la estación de bus están una pegada a la otra, muy útil la verdad.
Queríamos comprar el tren para el día siguiente a Ella, pero ya no había en primera clase. No teníamos muy buena experiencia de nuestro primer tren en Sri Lanka, pero aun así nos compramos el billete en tercera (os adelanto que fue un viaje muy bueno, que no os asusten los trenes en tercera de Sri Lanka) para el día siguiente. Tarea del día completada.
Comenzamos a andar y terminamos en el Kandy City Center, un centro comercial donde visitamos el supermercado. Nos encanta ver qué alimentos y productos se pueden encontrar en los diferentes países que visitamos. Y los precios también. Cambian mucho de un lugar a otro.
En la parte de arriba hay una pequeña montaña rusa y una zona de restaurantes. Con el calor que hacía me compré un helado de mango. Yumiii. 🙂 y a seguir la excursión.
Rodeando el lago
Nuestro plan del día era dar una vuelta, así que empezamos a rodear el lago. En algunas zonas, es un paseo agradable, aunque después de un rato, se vuelve un poco monótono. Terminamos visitando un pequeño museo templo. El de Sirimalwaththa.
Aún quedaba un buen rato hasta llegar al templo del diente, pero decidimos dar la vuelta entera, ya que queríamos terminar lo que habíamos empezado. (Más yo, Pedro quiso dar la vuelta antes) 😉
El templo de Diente
Queridos lectores no esperéis un templo del diente al estilo de Lisa Simpson, el que se encuentra en Kandy es un tanto diferente:
Fuente
Cuenta la leyenda, que a la muerte de Buda, sus cenizas se repartieron entre cuatro países: India, Sri Lanka, Tailandia y Myanmar. Sin embargo, dentro de las cenizas que llegaron a Sri Lanka, encontraron un diente. OMG. Esta reliquia fue custodiada durante siglos por los monjes de Sri Lanka. Aunque han querido destruirla, en momentos históricos concretos (hindús y católicos), la reliquia está custodiada en el Templo de Diente de Kandy.
De hecho es curioso cómo la guardan, ya que está dentro una urna, dentro de una caja, dentro de un cofre, dentro de otro caja, dentro de otro cofre, y así hasta el infinito o casi ;). La urna la exponen al público todos los días durante unas horas concretas en una ceremonia. Se puede ver por las mañanas de 5:30 a 7:00 0 de 9:30 a 11:00 y por las tardes de 18:30 a 19:45.
El recinto donde se encuentra el templo del diente es impresionante. Además, poder contemplar a todos los devotos de buda en un lugar tan sagrado para ellos, es un privilegio. La entrada general, que te permite visitar algunos museos a parte del templo cuesta 1500 LKR (9,12 €) y la verdad es que merece la pena, sobre todo por visitar el Museo internacional del Budismo.
En él (no se permiten fotos) puedes hacer un recorrido por la historia del budismo a través de los países. Es una pasada. Para nosotros fue como un recordatorio de los diferentes lugares que hemos visitado este año. Malasia, Indonesia, Myanmar, Corea, Japón (aunque fuimos hace años), Tailandia, etc. Además pudimos ver cómo representan a Buda en países como China o India, que aún no hemos visitado. Recomendable 100%.
En el recinto, puedes encontrarte con muchos edificios y museos, no tan impresionantes como el del Budismo, pero que se merecen aunque sea unos minutos de tu visita.
KCandy Crush o Monopoly
Terminada ya la visita, nos moríamos de hambre. Queríamos un restaurante nuevo, así que a la salida del templo encontramos Empire Café. Un sitio muy bonito, donde pudimos recuperar las fuerzas y comimos bastante rico. Allí descubrimos además unas ilustraciones de Sri Lanka muy bonitas, que no compramos 🙁 (Quizá en otra ocasión).
Nuestra tarde la aprovechamos para descansar, organizar un poco el viaje, el blog y jugar un Monopoly. Al Candy Crush no jugamos, no. 😉 Pedro me ganó rapidísimo. 🙁 Pero fue muy divertido. Yo creo que hacía 20 años que no jugaba.
Cena en el hostel y a dormir. Buenas noches.