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El día que no fuimos a Pisa

Hoy disfrutaremos de un nuevo día en Livorno. Un día tranquilo. El plan era ir a Pisa, pero nos lo pensaremos mejor.

Día de mercado en Livorno

Comenzamos desayunando con calma en casa. Nada supera a un desayuno tranquilo un día de vacaciones. En la tele están retransmitiendo una prueba del mundial de slalom de esquí y nos quedamos flipados viendo a un reportero (y al cámara) bajando y haciendo conexión en directo. 🙂

Nos estamos quedando en la Piazza de la Victoria, que alberga la iglesia de mayor tamaño de la ciudad, Santa Maria del Soccorso, así que entramos a echar un vistazo. De nuevo nos llama la atención lo sobrías que son por dentro las iglesias en esta ciudad, quizá como consecuencia de los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial. Nos quedamos con el corredor que da la vuelta a la nave (no recuerdo cómo se llama) que nos recuerda al de la preciosa catedral brutalista de Royan por el que paseamos en su día.

Nos iremos acercando al mercado central de la ciudad. Uno de sus edificios más característicos. Conocido como el Mercato delle Vettovaglie, es uno de los íconos arquitectónicos y culturales de la ciudad, reflejo de su vibrante historia comercial. Inaugurado en 1894 y diseñado por el arquitecto Angiolo Badaloni, el mercado es un magnífico ejemplo de arquitectura de hierro y vidrio, de los grandes mercados europeos del siglo XIX. Antes pasearmos un rato por el mercado semanal de la ciudad que cada sábado hay en torno al edificio principal.

Música y videojuegos

En general en nuestros viajes, siempre nos gusta ver tiendas de vinilos, de videojuegos retro o librerías y Livorno no será una excepción. El plan es recorrerlas medio rápido y enfilar a Pisa.

La verdad es que tanto Vintage & Co, como Massima Curvatura superarán nuestras expectativas. En la primera no encontraremos a Raffaela (sí, primeras ediciones de discos de Battiato, a su precio) pero lo que nos llevaremos a casa es un disco de un grupo británico de funk, desconocido para mí 🙂 y en la segunda nos llevaremos bastante merchandising de un cajón con descuentos que mucha gente calificaría de «basura» 😉

Son casi las 13:00, el pequeño parece que tiene hambre, estamos a siete minutos de casa, así que nos compramos un par de cervezas y nos vamos a comer allí 🙂

Fortaleza y terraza

Prepararemos unas hamburguesitas «rápidas, y nos vamos a Pisa». Ya con el postre, dijimos que para ir con prisa, mejor para mañana. Así que cambio de planes.

Pasaremos la tarde visitando dos de los principales puntos de la ciudad, que dejamos sin atender ayer. Pero antes pasaremos por la casa natal de Modigliani, hijo ilustre de la villa, que por lo que parece es una casa convencional, nada de museo o similar; por el teatro Goldoni, una de las pocas estructuras que sobrevivieron a los bombardeos de la II Guerra Mundial y de ahí a un Tiger a recoger un cable para la Switch que me compré ayer en Amazon Italia 🙂 Luce el sol y es la primera vez, desde que llegamos a la ciudad. (En varios puntos de la Toscana, está habiendo problemas por las lluvias torrenciales)

No prestaremos demasiada atención a la catedral ni al palacio ducal (reconstruido) que hoy es el gobierno provincial. Ya vamos llegando a la fortessa nuova, un bastión defensivo del siglo XV, la época de los Medici en la ciudad, que complementaba a la vechia, de dos siglos antes, cuando todavía era Pisa y no Florencia y Livorno la ciudad más relevante de la Toscana. Hoy en día es un espacio no demasiado cuidado en el que se realizan con cierta frecuencia actuaciones musicales.

Tras un paseo por el interior (ayer estaba cerrada) cogeremos el autobús 1+ (nos han explicado en una bella oficina de la EMT local que se puede pagar con tarjeta el ticket por 1.70€, pero si se le paga al conductor son 3€). El datafono está «fuori de servizio» y el conductor no parece con muchas ganas de trabajar, así que hacemos una cosa que no enseñaremos a nuestro hijo a hacer.

Así, rodeados de adolescentes llegaremos a la  terraza Mascagni, que debe su nombre a Pietro, compositor nacido en la ciudad y uno de los mejores exponentes de la ópera verista.

La Terrazza Mascagni es el mirador de Livorno, uno de los lugares simbólicos de la ciudad y de su paseo marítimo, construido en 1925 sobre las ruinas de la antigua estructura del fuerte de los Cavalleggeri. Es un bello y singular paseo marítimo, uno de los lugares simbólicos de la ciudad. Construido en 1925 sobre las ruinas de la antigua estructura del fuerte de los Cavalleggeri, tiene un característico suelo ajedrezado y 4000 columnas en su balaustrada. Tocará biberón, ver aprender a patinar a una niña de madre española y ya poco a poco iremos volviendo a cada antes de que anochezca. Esta noche cambian la hora. El resto de la tarde tranquilos en casa, como si estuvieramos en la nuestra.

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