Era una época en la que – supongo que en general, yo por lo menos – se hacían menos fotos, así que para hilar he de recurrir más a mi memoria. 11 años después.
Recuerdo la llegada Västerås. Esa ilusión que me hacía antes – ahora también aunque algo menos – el visitar países nuevos. 🙂 Justo a la salida del aeropuerto nos encontramos con dos chicas de Chiva que nos preguntaban por Fer. Desde entonces he tenido más casos de «el mundo es un pañuelo» pero ese me llamó mucho la atención. 🙂
Urbano a la estación de tren de Västerås y desde allí en tren a Linköping. Recuerdo más o menos la estación por dentro. 🙂 También recuerdo ir hablando con Mario de la cantidad de lagos que veíamos. ¡Al llegar allí estaba Sergio! Esperándonos con su bici para guiarnos a su dorm. Llegamos y allí estaba Alberto 🙂 Conocimos a Alexander – a Bjorn todavía no, creo – a Matias creo que se llamaba y una chica alemana que era piloto de pruebas en Stuttgart. 🙂
Supongo que descansaríamos y comeríamos algo y nos fuimos a recorrer la región, aunque ahora, hasta escribir este post no recordaba que esa mañana no la pasamos en Linköping sino en…
Motala y Vadstena
Motala es la tercera ciudad por tamaño de la región y su importancia creció con la construcción del Canal de Göta, que es considerada una de las mayores obras de ingeniería sueca. (Lo que no es muy difícil 😉 O quizá sí ) Gracias a ello la ciudad se convirtió en un importante puerto fluvial. Pero vamos, que nos nos preocupa mucho eso entonces.
Nos dedicamos a pasar el rato por la zona del canal, en torno a la casa de la empresa gestora, haciendo el ganso y pasando frío. También visitamos la iglesia – que en mi recuerdo era en Linköping también, claro. Creo que fue ese día cuando me acerqué a la orilla de un lago helado y al pisar se rompió el hielo y metí el pie hasta el tobillo. Nunca he sentido tanto frío en la pierna. El frior me subía por dentro… Años después me desquité.
Pensaba que el castillo en torno al que paseamos y que se ve en las fotos estaba en la misma Motala (que como decía tampoco tenía recuerdo de que no fuera Linköping) pero no. Está a unos 15 kilómetros, en la cercana Vadstena. El castillo, que fue residencia de los primeros reyes de la dinastía Vasa, fue el primero de estilo nórdico que ví en mi vida y – supongo – que me llamaría la atención 😉
Norrköping
Ya por la tarde nos fuimos de camino a la vecina Norköping. Parece que fuimos en coche, aunque no recuerdo haber alquilado coche todavía, peeeero…
Fue en esta ciudad sueca donde por primera vez me di cuenta que ni de coña me oriento bien. Tengo muy buena memoria para los planos y por eso parece que sí, pero no. Esto lo descubrí tras andar dando vueltas con Lola y supuestamente guiando al resto de vuelta al coche 😉 Días después, en la isla de Öland, sería mucho peor, por cierto.
Pero antes de ello, estuvimos recorriendo el centro de esta ciudad, y por su ayuntamiento. En su momento me llamaba mucho la atención que terminara igual que todas las demás de la zona. Recuerdo la visita a la universidad, junto al museo del trabajo. Era el campus de la de Linköping. Quizá Sergio tuviera que hacer algo allí… Recuerdo – sin necesidad de ver las fotos – que me flipó el LED en el tubo. 🙂
No tengo más fotos, ni más neuronas disponibles con esto. Así que doy por cerrado el post. Aunque es muy muy interesante que cuando el cerebro se concentra – y con ayuda visual – es capaz de recordar cosas que creía olvidadas, por ejemplo, que en este viaje a Suecia, Carlos tenía ya los billetes comprados, pero tuvo que cancelarlos porque le saldría algún curro.