Hoy decimos adios a Ainhoa y Jordi. Han sido tres días geniales por estas latitudes tailandesas. Hoy hará el peor día de toda la semana en Railay. No paró de llover. Así que tras desayunar y acompañarles al embarcadero nos fuimos de vuelta al hotel.
Estuvimos un rato escribiendo, salimos a comer – nos gustó la tempura – al restaurante del hotel y de vuelta al restaurante frente a la piscina. Los mosquitos, muy bien, gracias. No parecían muy influenciados por el relec. Un bañito en la piscina y un intento fallido de cenar unos noodles. Probablemente lo más picante que haya probado nunca desde la salda picante de Hacendado. 😉
