Hoy tendremos un día tranquilito. De esos de escribir, descansar y jugar al ajedrez. (Jugamos más en ese año 2016 que en toda nuestra vida)
Nos levantamos tranquilos en nuestro bungalow y nos acercamos al restaurante del conjunto donde nos estamos quedando, regentado por un holandés. La habitación nos cuesta unos 11€ cada noche. Tenemos previsto estar dos noches.
Iremos después a dar un paseíto por el diminuto pueblo y comeremos en un restaurante chino al lado de la gasolinera y el resto del día lo pasaremos de tranquis. Preguntaremos a los lugareños por guías para el día siguiente, dónde tomar taxi brousse en los días siguientes…
Mañana tocará visitar el parque nacional de Isalo. Será el fin de nuestra cámara Reflex, pero eso no lo sabemos aún.