Esta tarde veremos la – quizá – estampa más conocida de Madagascar. Aunque nosotros realmente no la conocíamos antes de viajar allí: la avenida de los baobabs.
Pasaremos la mañana en nuestro alojamiento «La Casa Bambou», que está justo en la playa. Recuerdo estar allí y pensar que «más o menos cerca» estaba el continente africano.
Otro punto que recuerdo claramente es uno que Raquel nos había avisado. Como en muchas casas no hay agua corriente ni sistema de sanitarios (sigue siendo un reto), las personas van a la orilla de la playa a hacer sus necesidades. Lo que me sorprendió e interesó es que lo hacen de manera conjunta, nosotros nos encontramos con una cuadrilla de chicas que estaban haciendo sus necesidades en un animado círculo.
Tras comer en el alojamiento con Francisco, Maurice viene a recogernos para llevarnos a la avenida. Durante el camino por la ciudad, me llamará la atención el gran número de negocios de homeopatía que hay.
Adansonia grandidieri es una especie en peligro de extinción del género Adansonia. Es considerada la especie de baobab más grande y famosa de entre las seis especies endémicas de Madagascar.
Son árboles de hasta 25-30 m de altura, con grandes troncos cilíndricos de 3 m de diámetro, cubiertos con una corona de ramas horizontales que forman una corona con forma aplanada. La corteza es suave y espesa, en ejemplares adultos de hasta 10-15 cm y de color gris rojizo. Entre octubre y mayo el árbol se llena de hojas palmeadas de color verde-azul, compuesta de 6 a 9 folíolos elíptico-lanceolados, que están cubiertas de pelo denso.
Estuvimos disfrutando del atardecer, paseando y tomando fotos. El calor era bastante elevado. No deja de ser una carretera que es usada por los vecinos y también era interesante verles en sus rutinas arriba y abajo.
Cuando ya atardecía, volvimos a nuestro alojamiento a cenar. Recuerdo una animada y muy interesante charla con una pareja china sobre costumbres de cada uno de nosotros, la importancia de la familia, de los estudios o de la presión de las expectativas.